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Sus acciones no coinciden con el espíritu del deporte que practicó durante toda la vida. El ruso Gary Kasparov fue uno de los más grandes ajedrecistas de todos los tiempos, un deporte pensante, frío y calmo. Pero, en la protesta en apoyo al grupo punk Pussy Riot, hizo todo lo contrario. Tras morder a un policía, fue detenido y podría ser condenado a hasta cinco años de cárcel.
La fiscalía acusa al crítico del Kremlin de haber mordido a un policía, informa la agencia Interfax, versión que niega el propio exajedrecista profesional. “Quizás le mordió su perro”, dijo Kasparov. El excampeón del mundo se manifestó el viernes frente al juzgado donde se condenó a dos años a tres integrantes de la banda. La policía arrestó a unas 100 personas que se habían reunido en torno al edificio, también a críticos de las Pussy Riot. Todos los detenidos el viernes fueron ya puestos en libertad, excepto una mujer. Decenas de ellos podrían ser sancionados por violar la ley de reunión.
Varios grupos opositores y de defensa de los derechos civiles llamaron a celebrar mañana domingo un “Día del recuerdo y la esperanza” cerca de la sede del gobierno ruso. Tres de las integrantes de Pussy Riot fueron condenadas a dos años de prisión por vandalismo y odio religioso por protagonizar un “rezo punk” contra el presidente, Vladimir Putin, en la catedral del Cristo Redentor de Moscú.