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El fiscal federal Jorge Di Lello pidió el sobreseimiento de los acusados por el vicepresidente Amado Boudou de intervenir en el caso Ciccone. Adelmo Gabbi, Antonio Tabanelli, Fabián Musso, Ana María García y María José Labat fueron incluidas en la medida solicitada por el fiscal ante el juez federal Ariel Lijo, a cargo de la causa.
Esas personas habían sido señaladas por Boudou como responsables de tráfico de influencias en la adquisición de Ciccone. En su primera defensa pública, Boudou lanzó una serie de acusaciones en una conferencia de prensa. También denunció a Gabbi, quien le habría pedido el pago de coimas por parte del dueño de Boldt, la competencia de Ciccone. “Me dijo que Tabanelli me iba a destruir, pero que le podía poner un número, que él se iba a encontrar con Tabanelli y le podía entregar ese número”, afirmó Boudou.
También acusó al exprocurador general de la Nación Esteban Righi de supuesto tráfico de influencias. Boudou apuntó al estudio del que son socios la mujer y el hijo de Righi, “García, Labat, Musso, Righi”. El vicepresidente relató que en 2009 el estudio -que perteneció al procurador hasta que fue designado por Néstor Kirchner como jefe de los fiscales- le ofreció sus servicio para tener “relaciones aceitadas” con los tribunales.
Las acusaciones de Boudou fueron realizadas en el marco de la causa que investiga si el vicepresidente incurrió en negociaciones incompatibles con la función pública.