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Con un fuerte pedido de justicia y castigo a los responsables, comenzó ayer el juicio oral por el asesinato del joven militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra. El titular de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, que estuvo presente, aparece como principal imputado junto a otros 16 acusados. Una “sentencia ejemplificadora” pidió la familia de Ferreyra.
Además de Pedraza, acusado de ser el supuesto “instigador” del ataque, se juzga a otros 16 acusados, se escuchará a 380 testigos y se analizarán también los intentos de homicidio de Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos, heridos durante el ataque del 20 de octubre de 2010 que terminó con la vida del joven.
Según el fiscal Fernando Fiszer todos los acusados estaban conectados y coordinados. Esto es, entre el acusado “Gallego” Fernández y el delegado Pablo Díaz y el primero, a su vez, con Pedraza. Es así que intentarán probar que fue una decisión “previa y premeditada”.
Esto es lo que las diversas defensas de quienes ocupan el banquillo intentarán echar por tierra. En una estrategia conjunta, plantearían el hecho como un violento enfrentamiento que no fue organizado sino “espontáneo”.
A partir de ello intentarán demostrar que la figura aplicable al caso es la de homicidio en riña, que contempla una pena máxima de seis años de cárcel y no de perpetua, como lo estipula el delito por el cual fueron elevados a juicio: homicidio calificado.
La tercerización de la represió n
Sin dudas será un juicio histórico. Por primera vez se va a llevar a juicio a una patota dirigida por un sindicalista, a los autores intelectuales del hecho y a parte de las fuerzas de seguridad, entre ellos tres comisarios que dieron la orden de liberar la zona del “enfrentamiento”.
En este marco, la abogada querellante en la causa, María del Carmen Verdú, destacó que el juicio tendrá que dilucidar “un caso paradigmático de lo que llamamos la tercerización de la represión”.
Una sentencia ejemplificadora
Si bien Mariano Ferreyra era un militante del Partido Obrero, organización crítica al Gobierno nacional, Pablo, su hermano, reconoció que “el Estado en este caso ha actuado de manera muy rápida para resolver el crimen” y afirmó que “más allá de que haya sido la Justicia, el Gobierno nunca se interpuso”.
Asimismo recordó que “uno de los testigos claves lo aportó (el expresidente) Néstor Kirchner y se trata de un testigo de identidad reservada, un quebrado de la patota que confiesa algunas cosas y es fundamental para la causa”.
De esta manera, Ferreyra pidió una “sentencia ejemplificadora” y confía en que José Pedraza recibirá cadena perpetua.