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Mientras que el cuerpo de su hijo Diego Federico Quiroga (32) era velado por familiares y amigos, Lidia Victorina del Valle Fuente (55) se reunió con el juez de la causa, José María Alvarado Solá, para solicitarle que investigue “a fondo” el crimen.
“Aún quiero seguir creyendo en el juez Alvarado Solá (titular del Juzgado de Instrucción Formal 6). El me dijo que me quede tranquila porque iba a investigar el caso a fondo y le pedí que no pare, que llegue hasta las últimas consecuencias”, aseguró a El Tribuno, tras permanecer durante media hora en el despacho del magistrado, en la Ciudad Judicial.
“El asesino tendrá que pagar y hacerse responsable de dejarme sin mi hijo y de dejar huérfanas a mis cinco nietas. El sábado pasado, a las 12.45, me quitaron el corazón”, dijo entre lágrimas.
Cabe recordar que la víctima recibió nueve disparos del policía de la División de Seguridad Urbana, Hugo Vilte Cardozo, el 9 del corriente, a las 23, en un quiosco 24 horas en el acceso al barrio El Círculo, a la vera de la ruta provincial 26, en la zona sudeste de esta capital.
Tras el hecho, en el que recibió los impactos de una pistola Bersa 9 milímetros, Quiroga fue trasladado hacia el hospital San Bernardo, donde agonizó durante seis días, hasta que perdió la vida, a causa de una infección generalizada. Por su parte, el resto de los familiares del hombre exigió justicia y culparon al Estado provincial, al que consideran responsable indirecto del hecho.
¿Drama pasional?
Fuentes vinculadas al caso, confiaron a este matutino que el policía habría baleado a la víctima debido a un drama pasional, ya que -según dijeron- Vilte Cardozo, que es soltero, no habría soportado una infidelidad de una mujer, que también sería miembro de la fuerza de seguridad.
Sin embargo, el entorno del damnificado aseguró: “Son puras habladurías, eso no es cierto. Son versiones lanzadas por la propia policía para cubrir a su colega y hacerlo víctima de una emoción violenta”.
Se investiga si hubo motivos pasionales