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Unos 160 inmigrantes subsaharianos intentaron ayer saltar la valla fronteriza que separa la ciudad autónoma española de Melilla de Marruecos, en dos nuevos asaltos en los que entre cinco y diez personas consiguieron llegar a territorio español. Los africanos viven en condiciones denigrantes en una isla en donde no hay ni siquiera un árbol para protegerse del sol. El primer intento se produjo en la zona del Río de Oro y estuvo protagonizado por unos cien inmigrantes que fueron devueltos a Marruecos y, media hora mas tarde, trataron de saltar otros 60, informaron fuentes del Gobierno de Melilla.
Estos dos nuevos asaltos se producen después de que el domingo, otros 60 subsaharianos trataran de pasar a territorio español también por la zona de Río de Oro.
Se suman, además, al grupo de 68 inmigrantes que arribaron también el domingo a la Isla de Tierra, un islote español situado en el archipiélago de Alhucemas frente a las costas marroquíes, en la mayor oleada de “sin papeles” llegados a peñones o pequeñas islas bajo soberanía de España en el norte de Africa.
Aluvión de indocumentados
Entre el aluvión de personas que en los últimos días intentan alcanzar territorio español también ayer fueron recatados en aguas del Estrecho de Gibraltar 18 inmigrantes varones mayores, de dos precarias lanchas.
Fuentes del Gobierno español en Cádiz informaron de que esos “sin papeles”, doce de ellos de origen magrebí y seis subsaharianos, se encuentran en buen estado de salud.
Ayer, los Gobiernos de España y Marruecos llegaron a un principio de acuerdo para sacar de la Isla de Tierra a los casi 90 inmigrantes subsaharianos que se han ido instalado en ese enclave desde el 29 de agosto. Las fuentes agradecieron el papel que ha jugado el rey de Marruecos, Mohamed VI, quien ha intervenido para encontrar una solución.