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Las autoridades brasileñas quieren mejorar la seguridad en el país antes de la celebración de dos importantes eventos deportivos: el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos, que se realizarán en 2014 y 2016, respectivamente. Por ello, desde 2008 vienen introduciendo unidades policiales en las zonas más conflictivas. Ayer la Policía se instaló ayer oficialmente en las favelas de Jacarezinho y Manguinhos, consideradas las más peligrosas de Río de Janeiro y centro de consumo de crack, con la inauguración formal de dos Unidades de Policía Pacificadora (UPP) con más de 1.100 efectivos.
Ambas barriadas fueron ocupadas por la Policía y efectivos de la Marina en octubre pasado. La zona estuvo bajo un brutal control del narcotráfico por décadas. En total, 1.131 policías patrullarán las intrincadas calles en motocicletas, autos y a pie.
Ya son 30 las UPP instaladas en Río desde 2008, cuando comenzó la estrategia de ocupación de las favelas para mejorar la seguridad antes del Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Las autoridades esperan llegar a 40 UPP en 2014.
“No nos vamos ahora a ilusionar de que estos años de abandono se resolverán de un momento para otro, tenemos desafíos”, dijo el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, en el acto de inauguración.
Jacarezinho y Manguinhos, donde habitan unas 70.000 personas, figuraban entre las favelas más peligrosas de Río de Janeiro.
Allí, el tráfico de drogas se hacía a plena luz del día y era común ver gente armada por las calles.
Temor de los residentes
“Se ve más seguridad, uno puede ir y volver a cualquier hora sin problema, se ven más policías”, declaró una mujer que pidió no ser identificada a los medios periodísticos.
Pero en general, los vecinos aún no quieren hablar con la prensa por temor a represalias de los narcotraficantes expulsados.
“Siempre nos están observando, tanto del lado policial como del lado del desorden”, añadió la mujer.
Los policías podrán adquirir armas
Miembros de los distintos cuerpos policiales y bomberos de Brasil podrán adquirir armas de alto calibre para su uso personal, según una disposición dada a conocer ayer por el Ejército, la cual fue muy criticada por los grupos de combate a la violencia.
La norma publicada por la institución castrense indica que miembros de las policías federal, militar, civil y de carreteras, así como integrantes del cuerpo de bomberos, podrán adquirir para su uso personal armas de calibre 357; así como también 40 y 45.
“Esas armas son de calibre restricto. La disposición permite que los miembros de esos cuerpos de seguridad los puedan comprar para su uso personal”, explicó el coronel Nador Brandao, de la oficina de comunicación del Ejército.
Actualmente los miembros de las policías militar y civil portan revólveres calibre 38 y pistolas 40 cuando están en servicio y tienen derecho a llevarlas a su casa cuando termina su turno. En Brasil está prohibida la tenencia de armas en manos de civiles.
“Nos parece muy mal esta disposición”, comentó Melina Risso, directora del Instituto Sou da Paz (Soy de la paz), quien consideró que la decisión contraría la política nacional de control de armas, que apunta a eliminar las armas en manos de civiles y reducir su letalidad.