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Volvió el terror y los malos recuerdos. Un fuerte terremoto de 7,3 grados sacudió la noche del viernes, apenas comenzado el sábado, la costa este de Japón, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
La Agencia Meteorológica japonesa declaró una alerta de maremoto de un metro (tres pies) para una gran porción de la costa noreste del país, la cual incluye la averiada planta nuclear de Fukushima Dai-ichi. La Agencia indicó que la magnitud del sismo fue de 7,1 grados.
El Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico, perteneciente a Estados Unidos, no emitió alertas para el resto del océano y tampoco hubo reportes inmediatos de daños en tierra.
El sismo se produjo a las 2.10 a.m. del sábado, hora de Tokio, a unos 290 kilómetros de Fukushima mar adentro. La televisora japonesa NHK reportó que Tokyo Electric Power Co., la operadora de la planta, ordenó a sus trabajadores en la costa que se desplazaran a terrenos altos.
El movimiento telúrico se sintió en Tokio, a unos 480 kilómetros de distancia del epicentro.
Dos horas más tarde, las autoridades japonesas desactivaron, a las 4.05 hora local, el alerta de tsunami lanzado tras registrarse un terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, que afectó a varias provincias de Japón, informó la Agencia Meteorológica nipona.
El sismo, que tuvo lugar a las 02.10 hora local en el mar frente a la costa de Fukushima, activó un alerta de tsunami en las prefecturas de Iwate, Miyagi, Fukushima, Ibaraki y Chiba.
Olas de 30 centímetros
La Agencia Meteorológica de Japón explicó que a pesar del alerta se calculaba que la subida del mar no iba a ser de más de un metro de altura por lo que no se esperaban daños, y solo un pequeño tsunami de 30 centímetros fue registrado en la costa de Ishinomaki, en la prefectura de Miyagi, informó la agencia española de noticias EFE. A pesar de ser medianoche, hubo pánico en la gente.
El mal recuerdo de marzo de 2011
Aunque la inmensa mayoría de los ciudadanos y residentes en Japón se encontraban durmiendo anoche, cuando se registró otro fuerte terremoto sobre la costa este del país, que se sintió intensamente en Fukushima, hubo pánico y malos recuerdos.
En marzo de 2011, en horas de la mañana, el terremoto de 9 grados en la escala de Richter que golpeó al país asiático provocó un tsunami que destruyó todo lo que encontró a su paso, incluida la central atómica de Fukushima, que hasta el día de hoy sigue dando dolores de cabeza a los técnicos que trabajan para Tepco, la empresa de energía que es su propietaria y responsable de operarla.
En aquel momento solo se supo que la central había resultado dañada, pero nunca se sospechó que la magnitud del daño sería tan terrible, como para que en la actualidad haya todavía miles de personas que no pudieron retornar a sus hogares, por la contaminación provocada por ruptura de los generadores de la central.
Tanto fue el daño, que a partir de entonces Japón mantiene parados 48 de sus 50 generadores nucleares de energía, lo que significa un gasto muy grande en energía de reemplazo, por el movimiento de masas que exigen al Gobierno dejar de usar energía atómica.