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Al menos 23 personas murieron ayer, entre ellas un agregado cultural iraní, y al menos 150 resultaron heridas en dos ataques suicidas perpetrados frente a la embajada de Irán, en el barrio de mayoría chiita de Beirut, hecho que se atribuyó un grupo vinculado a Al Qaeda.
El doble atentado fue ejecutado por dos atacantes suicidas que a bordo de un vehículo y una moto intentaron irrumpir en el complejo de la embajada, en el barrio de Al Yinah, pero los guardias de la embajada lograron impedir el ingreso y estallaron fuera del complejo.
Las explosiones también causaron la muerte a dos civiles iraníes vecinos del barrio y heridas a varios agentes de la seguridad.
“Fue un doble atentado en el que dos de nuestros héroes, sunnitas del Líbano, se sacrificaron como mártires”, escribió poco después del hecho Sirajedin Zreikat, un responsable de las brigadas de Abdala Azzamdel, grupo vinculado a Al Qaeda, en la red social Twitter.
El grupo amenazó con seguir ejecutando ataques en el Líbano “hasta que Irán retire a sus fuerzas de Siria”, donde, según las brigadas, “luchan junto al gobierno sirio de Bashar al Assad”.
Además exigieron la libertad de un grupo de milicianos detenidos en las cárceles libanesas, informó la agencia de noticias EFE.
Las brigadas de Abdalá Azzam, que se atribuyeron en el pasado ataques con proyectiles contra Israel, deben su nombre al mentor del fallecido jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, e impulsor de la yihad (guerra santa) global. Las imágenes difundidas por la cadena libanesa Al Mayadin, financiada por Irán y con oficina en ese barrio, mostraron a civiles envueltos en llamas y a sus vecinos tratando de apagar el fuego.
Incendios y destrozos alrededor
Varios vehículos resultaron incendiados por las explosiones, que también provocaron importantes destrozos materiales en los edificios colindantes. Al barrio de Al Yinah se trasladaron numerosas ambulancias para socorrer a los heridos, así como al ministro libanés de Sanidad, Hasan Jalil, y varios responsables del movimiento chiita Amal.
El Ejército libanés estableció un cordón de seguridad alrededor del lugar de la explosión y solo permitió el paso de las ambulancias.
En comunicación telefónica con Télam, el embajador argentino en el Líbano, Ricardo Larriera, dijo no tener información de que haya alguna víctima argentina y que eso “es poco probable”, debido a que “no es un barrio en el que vivan compatriotas”.
La violencia sectaria entre sunnitas y chiitas aumentó en el Líbano desde el inicio del conflicto sirio en marzo de 2011, que polarizó a los libaneses entre partidarios y detractores del gobierno de Al Assad. La permanente llegada de sirios que escapan de la guerra y buscan refugio en territorio libanés, suma también otro elemento de conflicto interno al pequeño país árabe.