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Tras 459 minutos River por fin volvió a gritar un gol. Ni Teo Gutiérrez ni Federico Andrada ni Rodrigo Mora ni Giovanni Simeone, ninguno de los cuatro delanteros que alternó Ramón Díaz pudo quebrar la sequía en el arco contrario.
Aunque parezca increíble el que rompió el maleficio fue Juan Carlos Menseguez, el hombre que llegó a Núñez en silencio, tras dos años sin jugar. Su último partido había sido con la camiseta de San Lorenzo el 25 de septiembre de 2011, ante Racing.
Frente a Estudiantes, el Rayo Menseguez terminó con una racha que podía convertirse en la peor de la historia de club de la banda roja, pero que se terminó, para tranquilidad de Ramón y sus dirigidos, antes de tiempo. El último gol millonario lo había marcado Gabriel Mercado, en el triunfo ante Lanús, cancha donde empató sin tantos por al Copa Sudamericana. Fue sobre el final del partido y desde aquel día pasaron cinco encuentros completos sin festejar un tanto. Contra Boca, Newell's, Belgrano, Atlético de Rafaela y Lanús (en la Copa) River no pudo anotar. Perdió dos de ellos e igualó el resto.
“En lo personal estoy feliz por haber vuelto a jugar y por el gol”, comentó el delantero apenas terminó el partido. Y después de esta prueba de fuego Menseguez ya empezó a pensar en la revancha de la Copa ante Lanús: “Es el partido más impotante del semestre. Seguro vamos a pasar y le vamos a dar una alegría a la gente, que se lo merece”. Consultado sobre si se imagina titular respondió: “Dios quiera, yo quiero estar, ojalá me toque”, se ilusionó.