Explícito, para que no queden dudas. En medio de un mar de críticas opositoras sobre el manejo de la empresa, la presidenta Cristina Kirchner reividicó anoche la gestión de Aerolíneas Argentinas a partir de la recuperación estatal, y elogió al “grupo de jóvenes que se hizo cargo” de la empresa “entre las feroces críticas que aún reciben”. Hablaba de la ultrakirchnerista agrupación La Cámpora, delante de Mariano Recalde, presidente de la compañía, y de Axel Kicillof, influyente viceministro de Economía.
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Explícito, para que no queden dudas. En medio de un mar de críticas opositoras sobre el manejo de la empresa, la presidenta Cristina Kirchner reividicó anoche la gestión de Aerolíneas Argentinas a partir de la recuperación estatal, y elogió al “grupo de jóvenes que se hizo cargo” de la empresa “entre las feroces críticas que aún reciben”. Hablaba de la ultrakirchnerista agrupación La Cámpora, delante de Mariano Recalde, presidente de la compañía, y de Axel Kicillof, influyente viceministro de Economía.
“Tengo la esperanza de que la empresa pueda ser lo que alguna vez fuimos. Y quiero felicitar al equipo de jóvenes en los cuales confié y se hicieron cargo de esto que hoy estamos viendo construido. Esto que hay acá es palpable, hay una inversión de 120 millones de pesos, aulas, auditorios, y tres simuladores para los tres tipos de naves que tiene Aerolíneas”, señaló Cristina.
La gestión de La Cámpora en Aerolíneas viene recibiendo serios cuestionamientos de ineficiencia y pierde fortunas todos los días. Las declaraciones de la jefa de Estado se dieron en un discurso previo al acto que encabezó minutos después en el aeropuerto de Ezeiza, donde inauguró la nueva terminal B.
Hubo tiempo para más. Cristina se dio un gusto muy particular: no solo abordó e hizo volar un simulador, sino que también lo hizo aterrizar, en el aeropuerto de Bariloche, explicó ella misma.
Fue durante la puesta en marcha de manera oficial del Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina, ubicado en Ezeiza. Allí se instalaron cuatro simuladores de vuelos FFS (Full Flight Simulator) de última generación: uno para pilotos de Embraer E-190, dos para B-737-700/800 NG (Next Generation) y se completará con otro para Airbus A-340, avión de largo alcance.
“Primero vendieron los simuladores, después el edificio, y cuando nos hicimos cargo no teníamos aviones ni nada, pero sí la inmensa voluntad de volver a ser lo que habíamos sido”, dijo la Presidenta.