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Fiel a su estilo, Sergio Martínez comenzó ayer con el show de la manera que a él más le gusta: a través de las palabras. En el mundo boxístico todo lo que se diga antes del combate queda de lado cuando los boxeadores se suben al cuadrilátero. Maravilla Martínez es un especialista en “calentar” la pelea, sabe cómo y cuándo meter sus comentarios picantes. “Estoy de puta madre”, sostuvo en la presentación el campeón mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que este sábado expondrá su corona ante el inglés Martin Murray. El retador, también fiel a su estilo, se mostró agradecido por la oportunidad que le dio el campeón y siempre se mostró respetuoso.
En la conferencia de prensa de presentación de la megavelada estuvo presente Luis Carlos Abregú, que tendrá a su cargo la pelea de semifondo, junto a su mánager Pablo Martínez y, en el sector opuesto de la mesa, su rival Antonin Decarie, ambos protagonizarán el choque previo a la pelea estelar de la noche.
El boxeador de Quilmes estuvo acompañado por su técnico, Pablo Sarmiento; su asesor, el uruguayo Sampson Lewkowicz, y el promotor neoyorquino Lou DiBella, mientras que Murray se mostró con su mánager, el ex campeón mundial Ricky Hatton, y colaboradores.
Martínez expresó que le “duele la rodilla operada, tiene un tobillo limado en seis partes, las manos rotas y también el codo”, pero eso no será obstáculo porque está “mejor que nunca”, y prometió que pondrá “de rodillas” al inglés Martin Murray. “Voy a ganar y por nocaut antes del noveno round”, disparó Maravilla.
“Entrené con todo, como lo hago siempre, durante ocho semanas para cumplir el sueño de pelear en la Argentina. Me agrandé en plazas de otros países, imagínense cómo me voy a agrandar en mi país, ante mi gente”, señaló Martínez.
Mientras el campeón no paró de rugir como un león hambriento, su retador ni se inmutó, humilde, parecía tener la piel de un cordero.
Como Potro en su rodeo
Carlos el “Potro” Abregú, representante salteño, junto a su mánager, Pablo Martínez, es parte de la fiesta grande que se desarrollará este sábado en la cancha de Vélez. Ayer estuvieron en la conferencia de prensa, a su turno el Potro señaló: “Estoy feliz de estar peleando en la velada de Maravilla Martínez, muy agradecido a él y a la organización. También a todo mi equipo por trabajar para mí siempre”, apuntó el número uno del CMB.
Con un clima inmejorable y todas las ganas de subir de una buena vez al cuadrilátero, el Potro se mostró confiado y con mucha ansiedad por la noche del sábado. Abregú está como nunca antes, física y psicológicamente. Durante casi tres meses trabajó intensamente para esta pelea, que lo dejará en las puertas de una chance mundial.
“Estamos listo para dar un gran espectáculo. Me gustó escuchar a Decarie que viene a dar espectáculo, igual que yo. Cuando dos boxeadores vienen a pelear y no a especular, dan espectáculo”, expresó Carlos Abregú respecto a las intenciones que tendrán tanto él como su oponente en la velada “Por el honor y la gloria”.
Por último, el representante salteño dejó en claro que mostrará que está listo para “el título mundial y para estar entre los grandes campeones”. El campeón sudamericano welter nuestra la confianza y autoestima que lo caracterizan. Ahora las palabras se agotan y deben dar lugar a los puños.
Después de medio siglo
La pelea que el sábado protagonizarán Sergio Martínez y el inglés Martin Murray reeditará una modalidad cuya última experiencia tuvo lugar en Capital Federal hace ya más de medio siglo. La última vez que un argentino defendió un título mundial en un estadio de fútbol en el ámbito de la Capital Federal fue el 7 de diciembre de 1957, cuando Pascual Pérez derrotó por nocaut en el tercer round al español Young Martin, por el peso mosca, en el estadio de Boca Juniors. Ese mismo año, en marzo, el mismo campeón había colmado el viejo gasómetro de San Lorenzo en Boedo. Derrotó al británico Dai Dower por KO1.
“Maravillamanía”
El presidente de la Federación Argentina de Box (FAB), Osvaldo Bisbal, destacó el fenómeno Maravilla Martínez y su repercusión en la actividad: se “triplicaron las licencias de boxeadores amateurs” y se “abrieron” una cantidad importante de gimnasios en todo el país. “El efecto +Maravilla+ Martínez repercutió en todo el país por lo que representa en el ring y debajo del ring”, sostuvo. “Maravilla es campeón de la categoría mediano y eso también lo potencia”.