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La crisis desatada en Venezuela por la escasez de productos en los comercios barriales tiene consecuencias cada vez más graves, a las que el chavismo responde debatiéndose entre las acusaciones contra los empresarios y algunas medidas esporádicas.
En esa línea están los favores pedidos a los países aliados, que no son una novedad. Días atrás fue el gobierno de Evo Morales, en Bolivia, el que salió al rescate enviando excedentes de arroz, azúcar y maíz.
Otro ejemplo es el lanzamiento de los Abastos Bicentenarios, con los que el Gobierno pretende distribuir directamente los bienes de primera necesidad.
“Tenemos los recursos para fortalecer la cadena de Abastos Bicentenarios, en alianza con una poderosa cadena de distribución de alimentos”, anunció el mandatario desde Táchira, y agregó que se van a construir 50 nuevos abastos, además de los llamados Hiper Pdval.
Algunas regiones críticas
En paralelo, firmó acuerdos con varias cadenas regionales de supermercados para ver si consigue la ampliación de la distribución de alimentos en algunas regiones críticas.
Pero los férreos controles de precios no solo se traducen en una severa disminución de bienes en las góndolas, sino en un aumento exponencial del contrabando.
“He citado al gobernador del estado, José Gregorio Vielma, a la reunión de la vicepresidencia económica del próximo lunes para que trabajemos en un conjunto de medidas que estamos preparando para resolver de raíz ese tema”, afirmó.
Pero sigue sin precisar cómo se puede evitar algo que está tan asociado a una política económica que el Gobierno no da signos de querer revertir, sino que trata de ahondar.
La apuesta de Bolivia
En este sentido Bolivia, que en el primer trimestre del año aumentó un 16% la producción de carne bovina y exportó 420 toneladas a Perú busca como un nuevo mercado a Venezuela, informó el sábado el Instituto de Comercio Exterior.
El gerente general del Instituto del gremio empresarial, Gary Rodríguez, dijo a The Associated Press que a Bolivia aún le falta una certificación sanitaria internacional y que está camino a corto plazo de lograrla, porque quiere expandir su mercado de exportación de carnes.
A Perú ya se exportaron 420 toneladas de carne en el marco de complementariedad y este mismo mecanismo se podría usar con Venezuela y exportar la carne excedente en nuestro país, indicó Rodríguez.
El presidente Evo Morales, que es amigo del gobierno venezolano, tiene la capacidad de abrir las puertas de ese mercado. Bolivia ya anunció la exportación de azúcar, maíz y leche en polvo al país caribeño.
Al país andino le hace falta una certificación de que está libre de fiebre aftosa, lo cual está controlado mediante la vacunación del ganado.
Perú compró 522 toneladas en 2012 y solo en este trimestre casi duplica con 420. “Esto quiere decir que ya tenemos confianza en ese mercado”, agregó Rodríguez.
Bolivia hace dos años volvió a permitir la exportación de la carne bovina, después que se generó el excedente. La carne de exportación es producida en Bolivia en la región oriental de Santa Cruz.