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Emocionante. La Justicia Federal de Río Cuarto accedió al pedido de una mujer de 52 años y la autorizó a donarle un riñón a un joven de 27, hijo de una amiga, que desde su nacimiento lucha contra una insuficiencia renal secundaria a uropatía congénita.
Celina Minetti, quien ahora deberá hacerse los análisis de compatibilidad, recibió la noticia cuando su sobrino la llamó para avisarle que debían viajar a Buenos Aires, tras conocerse este viernes la resolución judicial.
La mujer había recurrido a la Justicia para obtener autorización porque la ley solo permite donantes vivos en el caso de parientes directos o cónyuges.
La semana próxima, ambos deberán realizarse los estudios de histocompatibilidad en el Hospital Italiano de la Capital Federal y, según se informó, antes del dictamen, la donante fue entrevistada por peritos médicos y psiquiatras, dispuestos por el Juzgado.
El joven ya tuvo un trasplante de riñón a los 7 años, donado por su papá, pero hace dos años su cuadro desmejoró y debió volver a diálisis, mientras que debido a los anticuerpos generados, su madre y sus hermanos no son compatibles.
Minetti, mejor amiga de la madre del joven que la considera una tía, explicó que “llegó la cédula del juzgado” y le dieron “la aprobación para comenzar con los estudios”.
“Mi amiga ya está llamando a PAMI para hacernos el ‘cross match’ con el que se detecta o descarta incompatibilidad. Recién en un mes y medio tendríamos el resultado”, contó la mujer, quien luego reveló que todos están contentísimos con la rápida decisión del Juzgado.
“Esperamos que todo ande bien, si somos compatibles después me tendrían que estudiar un poquito más a mí, yo creo que no voy a tener problemas porque siempre fui sana”, agregó Minetti, madre de tres hijos, y que trabaja como analista de sistemas en Río Cuarto.
La resolución judicial favorable se fundamenta en que “no existe motivación económica o contraprestación material alguna, siendo sólo razones de cariño, afecto, altruismo y solidaridad las que motivan la decisión de la donante”.
También el dictamen judicial marca que “en esencia, la solución radica en un compromiso ético con la vida y la salud; el cual se nutre en la solidaridad y amor hacia el prójimo, tratándose de un acto de entrega, digno de ser elogiado e imitado; cumpliéndose de esta manera con el aspecto teleológico de la norma jurídica que enmarca la problemática bajo análisis”.
Finalmente, aclara que “el consentimiento dado por la actora para la decisión puede revocarse hasta el instante mismo de la intervención quirúrgica, mientras conserve capacidad para expresar su voluntad”.
Un antecedente favorable
Entre otros argumentos, los abogados de Minetti habían citado el antecedente reciente y conocido de la cantante Sandra Mihanovich, quien le donó un riñón a una ahijada.
“¿Cuál es su interés?”, le preguntó un representante de la Justicia en ese entonces.
“Dar amor” , le respondió Sandra Mihanovich, con su voz de contralto convertida en miel.
Fue suficiente para desatar el nudo judicial que impedía lo que ayer finalmente sucedió: la donación de uno de sus riñones a su ahijada.
No es nada usual. Sólo un puñado de casos de donación de órganos entre “personas vivas no relacionadas” se registraron en la Argentina durante la última década.