Máxima paseó su elegancia por las calles alemanas, derrochó glamour y cautivó con su simpatía. Fiel a su estilo, la argentina, flamante reina consorte de Holanda, acompañó a su esposo, el rey Guillermo I, en la primera visita oficial al extranjero, a poco más de un mes de la coronación.
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Máxima paseó su elegancia por las calles alemanas, derrochó glamour y cautivó con su simpatía. Fiel a su estilo, la argentina, flamante reina consorte de Holanda, acompañó a su esposo, el rey Guillermo I, en la primera visita oficial al extranjero, a poco más de un mes de la coronación.
Fueron recibidos en Berlín, primero por Angela Merkel y luego, en la residencia presidencial, el castillo de Bellevue, por el presidente de la República Federal, Joachim Gauck, y su esposa, la experiodista Daniela Schadt.
La visita se celebró en medio de una gran atención mediática en Alemania, país donde la pareja real holandesa ejerce enorme fascinación. “Las mejores sonrisas de Holanda, de visita en Alemania”, titulaba el diario sensacionalista Bild una crónica que fue actualizada minuto por minuto del primer día de visita. Luego se trasladaron a la ciudad de Wiesbaden, donde fueron recibidos por unas 250 personas vestidas de naranja.
El motivo de esta visita es comercial y no tiene rango de Estado, puesto que fue organizada antes de que se anunciara que la Reina Beatriz iba a abdicar a favor de su hijo Guillermo Alejandro.