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Su destino era Río de Janeiro. Albert Pérez, un joven peregrino que pretende llamar la atención sobre la importancia de la donación de órganos, llegó ayer a esa ciudad brasileña luego de dos meses de caminata y de haber recorrido 1.700 kilómetros desde su Chaco natal.
A Albert lo conmovió el caso de Renzo, el niño que en junio fue trasplantado de corazón en Buenos Aires. Y eso lo movió a salir a la ruta para difundir el tema. Ahora espera reunirse con el papa Francisco para que el Sumo Pontífice hable también de la donación de órganos en la Jornada Mundial de la Juventud Católica que se realizarán entre el 23 y 28 de este mes, en Río de Janeiro.
El chaqueño llegó caminando a la hora de la siesta a la Catedral de San Sebastián, donde ratificó su pedido a los argentinos y ciudadanos de toda la región para que se conviertan en donantes de órganos. En la Argentina hay 10.669 personas inscriptas en lista de espera del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
Pérez había partido desde la iglesia San Javier de Resistencia cuando Renzo Salvatore Antonelli atravesaba horas críticas conectado a un corazón artificial. Estaba en emergencia nacional desde octubre por una grave miocardiopatía y fue trasplantado con éxito. Belén, la mamá del pequeño, transmitió su “inmensa alegría” por lo que logró Albert y le agradeció semejante gesto de compromiso y amor por las redes sociales.