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Durante todo agosto se celebrará el mes del árbol. Por tal motivo, la Municipalidad de Cafayate, en forma conjunta con el INTA, lleva adelante una intensa campaña de concientización sobre la importancia de la conservación de las especies arbóreas.
Reforestar y concientizar es su lema. Por eso, los miembros de la entidad realizaron la entrega de folletos informativos sobre la preservación de la flora urbana a estudiantes de distintos establecimientos de la localidad. A su vez, el próximo sábado se realizará una forestación en el barrio Finca El Socorro y contarán con la colaboración de la Escuela Infantil de Policía.
Los alumnos, junto a los vecinos, se sumarán al plan “Apadrinar un árbol”, en el que se comprometerán al cuidado de la flora como patrimonio de la comunidad.
El mes del árbol concluirá el 29 de agosto. En la plaza 20 de Febrero se repondrán especies que sufrieron podas desaprensivas y se plantarán árboles de la especie ginkgo biloba, que fueron donados por Raúl Mendoza.
Un recordatorio
Santiago Haro Galli, impulsor de las jornadas de concientización, señaló que el Día Mundial del Árbol es un recordatorio de la importancia que tiene la conservación y la protección de las superficies arboladas para la comunidad.
“Como en muchos países, el Día del Árbol se utiliza para plantar distintas especies y, dado que esta fecha no es siempre propicia para que los árboles arraiguen, en ocasiones se eligen otras fechas más cercanas al invierno”, señaló Haro Galli.
Cabe recordar que los árboles regulan la temperatura y las lluvias, purifican el aire, protegen el suelo y albergan ecosistemas, además del valor económico que representan.
Por tal motivo, es necesario el reconocimiento a los múltiples servicios que presta el árbol a la vida y a la actividad humana, además de las representaciones simbólicas que ocupa en numerosas culturas tradicionales.
Un efecto purificador
La vida en el planeta se renueva día a día, los nacimientos y las muertes están en equilibrio con la naturaleza.
Cada ser vivo debe cumplir un ciclo: nacer, desarrollarse, reproducirse y morir. Esto ocurre, ha ocurrido y ocurrirá siempre.
Los vegetales son los únicos seres vivos capaces de fabricar su propio alimento, utilizando los elementos del entorno.
A través de un proceso natural que se llama fotosíntesis, las plantas toman dióxido de carbono de la atmósfera para su crecimiento y liberan oxígeno.
Almacenan el carbono en sus hojas, ramas, tallos, y raíces.
La fotosíntesis es mayor en áreas que registran altas durante todo el año, como los trópicos y subtrópicos.
Un árbol normal puede quitar aproximadamente 23 kg de dióxido de carbono de la atmósfera por año.
El oxígeno que los seres humanos ocupamos en la respiración, proviene de los vegetales.