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Agustín recibe casi todos los días golpes, agresiones e insultos. El chico de Wilde tiene problemas madurativos y es víctima de los ataques de sus compañeros de escuela, en la misma escuela. Este nuevo caso de bullying, como se denomina a ese tipo de violencia, se conoció recién ayer porque uno de los chicos subió a la web la grabación.
El repudio fue inmediato. En las redes sociales se multiplicaron los cuestionamientos a los atacantes y a sus padres. El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, salió a decir que el tema duele y que los protagonistas del hecho deben ser sancionados; especialistas pidieron que los casos sean denunciados y advirtieron que unos 240 mil niños y adolescentes argentinos son víctimas del bullying, de los cuales el 7% intentó suicidarse.
La madre de Agustín denunció que su hijo fue víctima de violencia escolar en al menos cinco oportunidades y que las autoridades de la Escuela Básica 23, donde ocurrieron los hechos, no atendieron sus reclamos, dejando a su hijo indefenso ante los agresores. Uno de los compañeros del adolescente confirmó cómo se aprovechan de él, solo por sufrir un retraso madurativo y de entendimiento. “Todos los días le pegan mal, muchas veces lo dejan sin aire. La mamá se queja constantemente, cambiaron al director como cinco veces, pero nadie hace nada”, alertó el compañero, también víctima de situaciones de violencia.
El adolescente manifestó que seguirá defendiendo a su compañero aunque “vengan entre 20 y me maten”, pero pidió que “hagan algo, porque ya quedó traumado”.
El ataque brutal sucedió en el interior de un aula, filmado por sus compañeros y subido a la red Youtube. El video muestra cómo la víctima es atacada a golpes de puño y patadas en el suelo por al menos tres compañeros varones y una mujer; todos se ríen y se burlan de su forma de expresarse por tener una discapacidad. El adolescente intenta escapar o refugiarse debajo de sillas o mesas, pero una y otra vez es retenido y empujado por sus agresores, quienes sin culpas vuelven a golpearlo en forma salvaje.
Lo que se hace
La Dirección General de Cultura y Educación bonaerense admitió que se aplicaron estrategias “inadecuadas” contra el bullying, ante la quinta golpiza sufrida por el adolescente con retraso madurativo.
Eliana Vázquez, directora de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social de ese organismo, reconoció que la situación en esa escuela de Wilde es “gravísima y muy preocupante”, por lo que se “iniciarán todas las acciones correspondientes para que esto no vuelva a suceder, que pueden incluir sanciones”.
“Tenemos que ver por qué estaban solos en ese momento en el aula. Se dieron instrucciones para que se continúe investigando y se determinen las responsabilidades”, sostuvo. La funcionaria anticipó además que se trabajará fuerte con las familias involucradas, porque el principal “aliado del alumno es la familia”.
Los casos de bullying dejaron de ser aislados y eso preocupa. Días atrás se presentó la campaña “Si no hacés nada, sos parte”, cuyo objetivo es la toma de conciencia para evitar y frenar ese tipo de violencia.
Los impulsores de la campaña aseguraron que “el bullying, o acoso entre pares es una forma de violencia. En las escuelas puede presentarse bajo diferentes modalidades, pero siempre conlleva daño y dolor”.
“Ocurre entre niños, niñas y adolescentes, pero para su positiva resolución es fundamental que los adultos se involucren activa y responsablemente”, plantean los especialistas que la pusieron en marcha.
La mayoría de los casos no trascienden
El bullying es una forma grave y específica de violencia escolar, un maltrato normalmente intencionado y perjudicial de un estudiante hacia otro compañero, generalmente más débil, al que convierte en su víctima habitual. La mayoría de los agresores actúan movidos por un abuso de poder y un deseo de intimidar y dominar. Aunque se hacen esfuerzos para darle visibilidad, la mayoría de los casos no trascienden.
Paola Spatola, especialista en el tema, aseguró que en la Argentina se calcula que el 15% de los niños y adolescentes está vinculado a casos de acoso escolar, ya sea como agresores o como víctimas. La abogada es presidenta del Centro de Estudios para la Convergencia Ciudadana y afirmó que “los padres y la sociedad deberían apostar por una educación democrática y no autoritaria, pero con reglas claras y límites justos”.