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Genera confusión en los usuarios la solapa de las garrafas de 10 kg con la leyenda: “Garrafa social = $ 16”, puesto que se venden en los comercios a un precio cercano a los $ 45.
Desde el Programa Garrafa Social, dependiente de la Secretaría de Defensa del Consumidor, explicaron a El Tribuno que no se trata de una reventa ilegal del producto subsidiado, sino que todas las garrafas envasadas en Tucumán llegan a la provincia con la solapa en cuestión.
Sin embargo, la explicación no conforma a los usuarios que muchas veces dudan sobre su verdadero origen. Este es el caso de Cintia, de B§ Sivero, de Cerrillos, quien manifestó: “En un negocio de mi barrio venden la garrafa de 10 kg a $45, pero el plástico que trae la válvula dice $16. Cuando veo esto busco otro lugar para comprar. Para mí que las compran como social y las revenden”.
La misma situación fue denunciada por otro cliente, que adquirió una garrafa en un almacén ubicado en el barrio cerrillano Pueblo Nuevo.
También la Secretaría de Acción Social de ese municipio es receptora de estos reclamos. Alfonsina Cruz, responsable del área explicó: “Hay mucha gente que llega a nuestras oficinas a reclamar que algunos comercios venden garrafas con la leyenda de garrafa social. Les explicamos que no vendemos este tipo de productos a ningún comercio, solo entregamos una por familia”.
Cruz dijo, además, que en estos momentos es muy poca la cantidad de envases que reciben para cubrir una creciente demanda, no solo en la zona urbana sino en el amplio sector rural. “Para el pueblo de Cerrillos nos damos vuelta con 30 garrafas por semana. A esto hay que sumarle que debemos abastecer al barrio Congreso Nacional, Los Alamos y al paraje Las Palmas”, destacó la funcionaria.
También en La Merced se dieron este tipo de situaciones. En este caso, desde la Secretaría de Acción Social consultaron con Defensa al Consumidor, desde donde les explicaron, que el problema se había originado en la empresa distribuidora.
“Para subsanar el problema, nos pidieron que encarguemos con la debida anticipación las unidades que vamos a necesitar. De esta manera se controlan la cantidad de unidades que llegan a la localidad. Desde que comenzaron a aplicarse estos controles por parte de la Secretaría de Defensa al Consumidor, no recibimos más quejas”, contó Carina Malano, del área Social del municipio.
Resulta importante destacar, que las garrafas de 10 kg son utilizadas por el sector de la población de menores ingresos o por las clases medias desprovistas de redes de gas natural. Por tal motivo, desde el Estado se subsidia la adquisición del producto, como una manera de colaborar positivamente con la economía familiar. “Es importante que entre todos cuidemos este beneficio que llega a miles de hogares y denunciemos a los comerciantes avivados” expresó Mirta, una vecina de Cerrillos.