En estos días el Congreso de la Nación tratará el Presupuesto para el 2014 presentado por el Poder Ejecutivo Nacional. La idea es convertirlo en ley para que de esa manera el Gobierno nacional cuente con el margen legal necesario para recaudar y gastar en el 2014.
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En estos días el Congreso de la Nación tratará el Presupuesto para el 2014 presentado por el Poder Ejecutivo Nacional. La idea es convertirlo en ley para que de esa manera el Gobierno nacional cuente con el margen legal necesario para recaudar y gastar en el 2014.
El Presupuesto Nacional no es otra cosa que la estimación que hace el Gobierno nacional de los que van a ser sus ingresos y explica cómo piensa gastarlos. De esta forma presenta esta estimación de ingresos y gastos al Congreso Nacional, para que este último lo apruebe y le dé fuerza de ley. A partir de allí el Poder Ejecutivo Nacional, con la presidenta Fernández de Kirchner a la cabeza, contará con el aval legal para recaudar y gastar, y de esta forma hacer funcionar la maquinaria estatal.
Como primer dato importante, surge que el próximo año se espera que el producto bruto interno de Argentina, es decir el total de lo producido en el país (PBI), ascienda a $3.243.974 millones (es decir tres billones, 243 mil millones de pesos). Esto implica un crecimiento del 6,2% del PBI en comparación con el 2013. Es un buen dato, dado que implicará que Argentina seguirá creciendo durante el próximo año.
Otro aspecto positivo es que los recursos del Estado serán de 931 mil millones (un crecimiento de un 27% respecto al 2013), mientras que el gasto primario será de 847 mil millones (un crecimiento del 15,6% respecto al 2013) y el gasto total (con intereses) será de 927 mil millones (un crecimiento del 18,9% respecto al 2013). Esto reflejaría una mayor responsabilidad fiscal, dado que los gastos crecerán a una tasa menor que los ingresos, lo cual es bueno siempre y cuando este menor crecimiento del gasto se deba a una mejor utilización del mismo y no a un ajuste en partidas, sobre todo sociales.
En cuanto a los aspectos controvertidos, figuran básicamente dos datos. El primero es una estimación del dólar oficial para el 2014 de $ 6,33, cuando no hay estimación en la economía que no considere que el dólar debería ya en este momento estar por encima de ese valor. Desde el punto de vista de la producción, un dólar barato perjudica las exportaciones argentinas, dado que los precios suben como consecuencia de la inflación mientras que el precio al cual el exportador vende ese dólar en el mercado oficial sube mucho menos, y no llega a hacer rentable varios sectores productivos exportadores. En cuanto a las importaciones, el dólar barato favorecería la importación de bienes de capital e insumos para la producción, lo cual sería bueno para que se tecnifique el sector productivo argentino. Ahora bien, la problemática se presenta por las restricciones informales a las importaciones que surgen del Gobierno nacional mediante la Secretaria de Comercio.
El segundo punto controvertido es la estimación de una inflación para el 2014 de solamente 10,4%; cuando estimaciones privadas ya están calculándola en el rango del 25 al 30%. El punto en cuestión aquí es que, si la inflación es mayor a la presupuestada, habrá más ingresos de los estimados, y los mismos se podrán gastar con mayor discrecionalidad a que si fuesen previstos en el presupuesto. Otro problema que estos números ocasionan es el desequilibrio entre precios relativos en la economía.
Salta
Desde el punto de vista provincial mucho margen para negociar no hay, solamente controlar y gestionar para que el próximo año lleguen todos los recursos comprometidos en el Presupuesto para el 2014 y en lo posible, con habilidad política, tratar de negociar parte de aquellos fondos que van a ingresar al Estado nacional como consecuencia de la subestimación de la inflación y que se pueden gastar en forma más discrecional.
Habrá que ver cómo evoluciona el contexto internacional, pero de acuerdo al proyecto de Presupuesto presentado en estos días, en términos generales, el 2014 no será muy distinto al 2013. Se seguirá creciendo, motorizado por el consumo. Seguirán faltando dólares en la economía, y la inflación seguirá siendo el principal problema con el que habrá que lidiar durante todo el año.