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Esto es simple de explicar, esto es fútbol. Si no hay buena puntería, no hay goles, sin goles no hay victorias y sin victorias no habrá tranquilidad, no habrá esperanzas, no habrá más que lamentos, una vez más.
Central Norte hoy es eso, es el equipo de los lamentos, porque se equivoca más de lo que acierta en el arco rival y por eso se tuvo que volver a resignar con un nuevo empate: 1 a 1 con Tiro Federal.
Y no hay mucha más vuelta que darle. El equipo de Coleoni debe corregir esta falencia, la falta de definición, la principal razón por la que no puede sumar tres puntos. Cuando pueda solucionar ese problema llegará la tranquilidad que le está faltando.
El cuervo muestra carácter, tiene actitud, pero juega sin paz. La sucesión de derrotas y los empates anteriores ya eran un lastre para el cuervo, cuyo peso aumentó con el penal tempranero que le cobraron a Fretes por una supuesta mano. No se habían jugado ni diez minutos y Central ya estaba abajo en el marcador: Fernando Resler marcó desde los doce pasos.
La reacción fue muy tibia y Tiro Federal defendió la victoria parcial cerrando todos los caminos hacia su arco.
Entonces Artura tuvo que buscar su lugar, Magno se vio asfixiado por el centro y Perillo, muy errático. A Central le costaba dar dos pases seguidos, Zurita y Medina tuvieron que pelear más de la cuenta, Apaza no tuvo personalidad en su carril y Fabio Giménez fue intrascendente por el suyo. Aún así, el cuervo tuvo la chance de empar tras una gran jugada de Magno que Perillo no supo completar debajo del arco. Lo lamentó todo el estadio.
En el complemento, el equipo de Coleoni inclinó la cancha desde el comienzo; de la mano de Artura llegaron los mejores pases, pero de la mano de Magno las peores definiciones. El delantero desperdició dos grandes oportunidades y se reivindicó en la tercera. Magno aprovechó una gran asistencia de Altamirano para marcar un golazo con un potente remate de media distancia. A esa altura era todo del cuervo. Coleoni ya había aotado los cambios (con Piris y Comini), pero el cronómetro fue acorralando al equipo, que en su desesperación volvió a padecer la mala puntería con un cabezazo de Aguirre debajo del arco. Al final, todo el estadio volvió a lamentar las oportunidades perdidas.
Con derecho de admisión
Una buena para Central dentro de la mala racha deportiva. Hubo paz en las tribunas después de los aprietes, las amenazas y las pintadas. Y lo que es mejor, la Policía tomó ciertos recaudos que deberá repetir en los nuevos clásicos que se avecinan.
El comisario Tolaba, el encargado del operativo de seguridad, le informó a El Tribuno que la tarde fue muy tranquila en el Martearena, no hubo disturbios ni detenidos, y en cada acceso un estricto control.
Además, Tolaba confirmó que se volvió a aplicar el derecho de admisión. “En cada acceso teníamos un listado con las fotos de quienes no pueden ingresar a la cancha, entre los cuales están los que amenazaron a los jugadores hace poco”, dijo el comisario y luego aclaró: “Pero la orden era solo que no ingresaran al estadio, no tenemos órdenes de detención”. De todos modos, ninguno habría concurrido al estadio.
Bien vale la aclaración de Tolaba porque eso demuestra que la investigación que lleva adelante el fiscal Marcelo Rubio, en el caso de los barras que amenazaron con un arma de fuego, sigue siendo lenta e irresoluta.
En cambio, la medida que adoptó la Policía, de aplicar el derecho de admisión, seguirá siendo importante y garantizará la seguridad de los próximos partidos, nada menos que los clásicos que Central Norte protagonizará contra Gimnasia y Juventud.
¿Están resignados?
Los hinchas de Central Norte, los 2.500 que fueron alentar al equipo ayer en el Martearena, se bancaron el nuevo empate y hasta mostraron cierta resignación.
No hubo recriminaciones en la platea y en la popular ni se acordaron de los clásicos que se vienen.
El hincha cuervo valoró el esfuerzo que realizaron los jugadores (el equipo generó varias chances de gol) y se retiró del estadio casi en silencio, con resignación.
Artura y Magno, buenas señales
Jonathan Artura y Diego Magno fueron dos buenas señales entre tantas penumbras deportivas. Ambos merecieron un lugar en el podio luego del partido con los rosarinos.
Por un lado se destacó Artura, quien finalmente tuvo la oportunidad que tanto anheló desde que llegó al cuervo. Después de siete fechas, Coleoni le abrió la puerta a la titularidad y el enganche cumplió.
Arrancó con luces intermitentes en la primera mitad, pero en el complemento se encendió por completo y desplegó su mejor versión.
Coleoni hizo un trabajo especial con Jony: en cada práctica exigió al máximo al jugador para cumplir sus indicaciones; lo retó como a un hijo en más de una ocasión, “lo limpió” del banco en varios partidos y con esto, el enganche se motivó, escarmentó.
Si bien el equipo no pudo ganar y el resultado no fue el esperado, Artura se retiró conforme luego de jugar su primer partido desde el primer minuto. “Me voy con una sensación muy linda por haber jugado, pero lamentablemente el penal nos arruinó lo que teníamos preparado. El partido estaba controlado pero todo cambió y no supimos liquidarlo”, dijo.
La mejor versión del volante creativo azabache apareció en la segunda mitad del partido y junto a Diego Magno fueron las armas más gravitantes en Central.
Artura fue el encargado de generar juego, se movió por los dos frentes de ataque, nunca se quedó quieto y seguramente habrá recordado las recriminaciones de Coleoni en la semana. “No me caminés la cancha porque te llevo conmigo”, le había advertido el entrenador en los entrenamientos .
En consecuencia, Artura pidió la pelota e intentó hacer jugar al equipo en todo momento, pero prefirió compartir buena su performance con el resto. “Se hizo un segundo tiempo casi impecable, con varias llegadas y muy claras, pero no lo pudimos concretar”, contó con cierta resignación.
El aporte de Jony será importante para el equipo cuervo, que en las primeras fechas del torneo no tuvo volumen de juego. Pero el enganche sabe que debe seguir trabajando con humildad a la par del resto, como lo hace Magno, el otro artífice que tuvo el cuervo para lograr, por lo menos, un nuevo empate.
El enganche y el delantero son buenas señales para Central Norte.
En breves
Ahora se le vienen Gimnasia y Juventud
Dos partidos tremendos tiene Central Norte por delante, en los cuales tratará dejar a un lado la mala racha. Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana aparecen en el camino del cuervo.
Se enfrentará con el albo el próximo viernes, a las 22, en el Gigante del Norte. Con el santo jugará la semana siguiente, en el Martearena.
“Ganar los clásicos como sea”, dijo Aguirre
“Hay que ganar los dos como sea”, dijo Martín Aguirre, dejando atrás el empate con Tiro, y refiriéndose a los clásicos que se vienen: “Hay que ganar sí o sí, necesitamos tener un triunfo y no importa cómo llegamos. Los clásicos son partidos aparte y tenemos de todo en el equipo para hacerlo: tenemos altura, juego, velocidad, solo nos falta ganar”.
Fretes: el penal y varias chances de gol
Carlos Fretes admitió haber tocado la pelota con la mano pero dijo que fue casual: “No vi la pelota, no tuve intención, pero el árbitro me la cobró igual”. El defensor, además, destacó que el equipo siempre tuvo la posibilidad de ganar. “Fuimos protagonistas y no lo pudimos hacer. Es el primer partido en el que tenemos tantas ocasiones de gol, no los pudimos hacer y contra eso no se puede hacer nada”, lamentó.
Coleoni destacó al equipo pese al empate
Los malos resultados no cesan, pero Coleoni no duda en destacar el esfuerzo de sus dirigidos. “El equipo tuvo actitud, buscó, creó más de ocho situaciones y creo que no es poco, pero estamos en un momento difícil”, explicó el DT cuervo. Luego aseguró que Central debió ganar. “Las que erramos hoy capaz que la empecemos a concretar la fecha que viene”, cerró con cierta esperanza el técnico.
Bajo la lupa
Carlos De Giorgi (6): Casi no tuvo trabajo y respondió bien cada vez que fue llamado a intervenir. Nada pudo hacer en el penal.
Martín Aguirre (6): De algunas dudas del primer tiempo pasó a tener un sólido trabajo en el segundo tiempo.
Carlos Fretes (6): Cometió el penal sin intención, pero fue voz de mando y le dio tranquilidad a la última línea.
Tomás Armella (6): El compromiso y la voluntad de siempre.
Fausto Apaza (4): Flojo lo del juvenil desde que arrancó el partido. Se lo notó inseguro, impreciso.
Jorge Medina (5): Buen trabajo en la recuperación, aportó muy poco en el armado.
Cristian Zurita (6): El eje del equipo en la mitad de la cancha. Metió, recuperó y distribuyó juego.
Fabio Giménez (4): Le salió mal la primera y no pudo afianzarse en su carril. Muy impreciso.
Jonathan Artura (7): De lo mejor del equipo. Fue de menor a mayor, tuvo algunos pincelazos en el primer tiempo y se metió del todo en el complemento. La pidió siempre y por momentos hizo jugar al equipo.
Diego Magno (7): Fue el mejor socio de Artura, falló varias veces frente al arco pero metió la más complicada para salvar el empate.
Juan Perillo (4): Peleó mucho y no concretó nada. No tuvo el olfato de goleador en la primera chance clara del equipo.
Oscar Altamirano (6): Le dio mayor fuerza al ataque, participó en el gol del empate y no supo definir en su única chance de gol.
Piris y Comini: Aportaron algo de dinámica por las bandas pero también cayeron en el apuro colectivo.