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Un día como hoy, hace 36 años, la Argentina ganaba su primera Copa del Mundo al vencer a la temible Holanda 3 a 1 en la final disputada en el estadio Monumental, con un doblete de Mario Kempes y otro tanto de Daniel Bertoni. La selección dirigida por entonces por César Luis Menotti llegaba a la final tras vencer a Hungría en el debut y luego a Francia (ambos por 2 a 1); perder con Italia (0-1); y luego de ganarle en la segunda rueda a Polonia (2 a 0) y de empatar con Brasil (0 a 0). El encuentro que precedió a la recordada final estuvo teñido por la polémica y las suspicacias. Argentina debía vencer por cuatro goles o más a Perú en Rosario para pelear por el título con los holandeses, y se terminó despachando con un festival de goles (6 a 0). Años más tarde, se acrecentó el mito de que los peruanos habrían sido “apretados” por los militares que por entonces gobernaban el país y que mancharon de sangre nuestra historia. En la imagen, inmortalizada como “el abrazo del alma”, Ubaldo Fillol y Alberto Tarantini celebraban atornillados al césped junto a un hincha sin manos.
También un 25 de junio, pero de 1986, la selección de Carlos Bilardo allanaba su camino al título mundial tras vencer a Bélgica en una de las semifinales del Mundial México 86. Tres días después del mítico encuentro con Inglaterra en el Azteca, la famosa “Mano de Dios” y la memorable corrida de Diego Maradona que terminaría en uno de los goles más lindos de la historia de los Mundiales, Pelusa volvería a frotar la lámpara ante los belgas con dos “joyitas”: la primera, una cachetada con su empeine izquierdo por encima del arquero Pfaff. Y la segunda, una genial embestida individual dejando cuatro belgas en el camino con su gambeta, para definir con sutileza ante la salida del “uno”. Fue otra de las tardes inspiradas de Diego en México, que llevaría a la Argentina a disputar cuatro días después la final con Alemania.
También un 25 de junio, pero de 1986, la selección de Carlos Bilardo allanaba su camino al título mundial tras vencer a Bélgica en una de las semifinales del Mundial México 86. Tres días después del mítico encuentro con Inglaterra en el Azteca, la famosa “Mano de Dios” y la memorable corrida de Diego Maradona que terminaría en uno de los goles más lindos de la historia de los Mundiales, Pelusa volvería a frotar la lámpara ante los belgas con dos “joyitas”: la primera, una cachetada con su empeine izquierdo por encima del arquero Pfaff. Y la segunda, una genial embestida individual dejando cuatro belgas en el camino con su gambeta, para definir con sutileza ante la salida del “uno”. Fue otra de las tardes inspiradas de Diego en México, que llevaría a la Argentina a disputar cuatro días después la final con Alemania.
El gran partido de Claudio Paul Caniggia hace 20 años ante los nigerianos, en la primera ronda del Mundial Estados Unidos 94, fue opacada a través del tiempo por aquella imagen de aquel partido que todos conocemos: la de la última vez que Maradona vestía la camiseta albiceleste en un Mundial. Sin embargo, el Cani fue determinante para remontar un complicado 0-1 en contra ante Nigeria con dos goles de su autoría. El segundo llegó luego de una avivada del Pájaro y una excelente habilitación del “10”. Argentina había arrancado el Mundial de en norteamérica como uno de los candidatos: goleó 4 a 0 a Grecia en el debut con tres goles de Gabriel Batistuta y una genial definición de Maradona al ángulo que terminó con un festejo alocado y cargado de revanchismo frente a una cámara de TV. Luego, el triunfo ante los africanos y tras la exclusión de Diego del Mundial llegó el tremendo golpe anímico que desembocó en la eliminación tempranera de los dirigidos por Alfio Basile: derrota 0-2 con Bulgaria y posterior caída (3 a 2) con Rumania en octavos de final.