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Una baja considerable. Marcos Rojo recibió la segunda tarjeta y se perderá el partido de cuartos de final. Esta vez no convirtió, pero fue importante en el segundo tiempo abriendo la cancha por la banda izquierda y, para colmo, salió lesionado en el suplementario.
El lateral izquierdo se convirtió inesperadamente en una pieza clave del equipo de Sabella.
A partir de la rabona en el Maracaná, Rojo empezó a cautivar a muchos de sus detractores. Con el gol contra Nigeria subió aún más su imagen.
Y contra Suiza volvió a cumplir con su equipo, sobre todo luego de un importante esfuerzo en el segundo tiempo, cuando la Selección experimentó la levantada. En ese lapso, Rojo abrió muy bien la cancha y llegó a mandar algunos centros picantes. Luego, en una jugada en la que la Selección quedó mal parada, Rojo se tuvo que cruzar de banda para defender. En ese momento, iban 89 minutos, tocó abajo a Josip Drmic. El árbitro no lo dudó y le sacó amarilla. Pero no jugó condicionado por la tarjeta sino por el cansancio. Acalambrado, lo reemplazó Basanta.
Uno de los partidos más estresantes para Sabella
El director técnico del seleccionado argentino, Alejandro Sabella, vivió ayer uno de los partidos más estresantes de su carrera, según admitió luego de eliminar a Suiza y avanzar a los cuartos de final. “Este fue uno de los partidos más estresantes, si bien en la carrera de entrenador siempre hay muchos. Pero el hecho de tratarse de un Mundial, de representar al país futbolero, con toda la ilusión de 40 millones de argentinos y no poder hacer un gol... sí, lo fue”, asumió Sabella en la conferencia de prensa. “Una de las cosas más difíciles fue quebrar por los costados, pero por suerte apareció Messi en una posición ventajosa y pudo armar la jugada del gol’’, celebró el técnico, antes de subrayar el origen del tanto decisivo para el triunfo.