Promover el acceso a los medios necesarios para que, independientemente de la generación a que pertenezca, el lugar donde habite y su poder adquisitivo, cualquier ciudadano pueda formarse en el conocimiento de lenguas distintas a la suya es una política pública loable. Sin embargo, en el Instituto de Idiomas de Salta (IIS) la deserción es muy alta. Este programa de educación no formal propone la enseñanza de los idiomas inglés, portugués y francés en nueve escuelas de la ciudad. Hay cuatro institutos: el 7216, cuya sede y anexos se encuentran en las avenidas Bicentenario de la Batalla de Salta, General Belgrano y Reyes Católicos; el 7217, en los barrios Santa Cecilia y Solidaridad; el 7218, en los barrios Castañares y Universitario y el 7219, en el barrio Intersindical. En todos se dictan clases para los niños, adolescentes y adultos.
En 2012, cuando se inició, se inscribieron 13.575 personas. De estas, solo terminaron 6.189, es decir, que dejó el curso el 54,41%. El porcentaje de abandono fue menor en 2013, en coincidencia con la apertura de los segundos años de cada trayecto. De 9.750 que se habían anotado promovieron al año siguiente 6.473, o sea, que quedó en camino el 33,62% de los inscriptos. Mientras que este año, ya con los terceros años habilitados, 10.491 se sumaron a la convocatoria y hasta junio continuaban cursando 9.160 personas. Es decir, que únicamente el 12,69% había abandonado. Además, si bien estas cifras indican que el número de inscriptos este año no igualó al récord de 2012, la novedad de 2014 fue que muchos jóvenes se anotaron con la perspectiva de poder adherirse al plan nacional Progresar. Estudiar un idioma en el IIS les permite recibir a esas personas de entre 18 y 24 años los $600 de asistencia que se sustentan con fondos de Anses.
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El Tribuno, la coordinadora general del IIS, Cecilia Moroaga, explicó que en general los niños son más constantes que los adultos y adolescentes, quienes suelen dejan de asistir por cambios en sus horarios de trabajo o estudio. "El adulto deserta ante la menor dificultad o ante circunstancias imprevistas. Además quieren ver resultados a corto plazo, y el aprendizaje de lenguas extranjeras en circunstancias artificiales, como la nuestra, es a largo plazo", definió. Sobre la deserción entre niños y adolescentes expresó que a los primeros "sus padres, que tienen todavía más control sobre ellos, los llevan, los traen, los esperan" y que ven en el IIS una formación complementaria para la escuela. Mientras que en el caso de los adolescentes, "los padres tienen menos control sobre su asistencia y cuando comienzan las épocas de exámenes en las escuelas, ellos faltan y después piensan que no van a poder reincorporarse". Justamente la instancia que provoca el primer desgranamiento es el examen que se toma en el IIS a mitad de año. Aunque tiene carácter de evaluación en proceso y no es eliminatorio ni de promoción, como la evaluación que se hace a final de cada año, enfrenta a cada alumno a la adquisición real de los conocimientos. También la reincorporación de los estudiantes se ve dosificada por las bajas temperaturas y el receso invernal. Julieta Hernández, coordinadora del Instituto 7218, lamenta que "como es un instituto no formal y no lo consideran obligatorio, la gente suele ir cuando quiere y no le toma la responsabilidad que tiene". Coincide con ella Alejandrina Juárez, coordinadora del Instituto 7217, quien advierte que la deserción se nota más entre los adolescentes, "pero desde la escuela secundaria se ve una matrícula alta de chicos que dejan y que cuesta que se comprometan con algo optativo".
Los adolescentes, los más difíciles de retener
La niñez y la adolescencia son las etapas más apropiadas para incentivar la disciplina y la dedicación, la fijación de metas y el desarrollo del sentido analítico que derivan naturalmente de la adquisición de una lengua extranjera. Sin embargo, son justamente los adolescentes los más proclives a abandonar el IIS ante la menor dificultad.
Según Alejandrina Juárez, coordinadora del Instituto 7217, salidas al cine, proyección de películas cada dos meses y elaboración de murales son parte de las estrategias con que están apuntalado este trayecto en Santa Cecilia y Solidaridad. "Los docentes son uno de los protagonistas del triángulo pedagógico, como la comunidad y los alumnos. Pero este no es un problema de los profesores. Todos también trabajamos en las escuelas secundarias, por lo que no me parece que sea un problema el perfil del docente. Ellos tienen bastante claro a qué se enfrentan. A las actividades extras las hacen a pulmón tanto en tiempo como económicamente", aclara. Y agrega que los profesores están comprometidos con la retención de los alumnos porque para ellos esto implica conservar la fuente de trabajo. Jorge Aguilar y Paula Díaz, profesores de Inglés y Portugués del Instituto 7219, respectivamente, le contaron a El Tribuno que desde el primer día de clases buscan datos útiles para establecer una comunicación continua con los alumnos, como teléfonos y direcciones de correo electrónico. También la creación de grupos en Facebook o la agenda de correos electrónicos los auxilian en la recuperación de clases, al ser vías propicias para el envío de material audiovisual y auditivo.
Por último, como los grupos que se conforman suelen ser heterogéneos buscan la integración entre ellos a través de trabajos en equipo y juegos.
El reto de la educación no formal
La educación no formal se presenta para que el docente haga pensar de otro modo los contenidos que tienen los alumnos.
Suspende la verticalidad en que los alumnos ofrecen su silencio y su quietud dentro de las aulas. Pero también pone al docente al borde de renovar las estrategias de enseñanza y ponerlas a funcionar como tal vez nunca hayan sido interpretadas. Todo en pos de conservar el alumnado. "Entiendo que la formación docente no tiene que ver con que la educación sea formal o no formal. Tiene que ver más con el entendimiento y la aceptación de las condiciones que cada régimen ofrece. La educación no formal es complementaria, ofrece saberes suplementarios y, por lo tanto, el público elige. La educación formal es obligatoria, la no formal, no; pero no hace a la formación docente, sino al régimen laboral que cada una implica", opinó al respecto Cecilia Moroaga, coordinadora general del IIS. Para Alejandrina Juárez, sin embargo, se trata de "redefinir el rol del docente, que es el que trata de vincularse a través de una manera más personal -con los adolescentes en particular. Si los queremos retener hay que adaptarse a la realidad que ellos viven".
El Tribuno le preguntó a la coordinadora general cómo se trabaja en la retención de alumnos y si los ayudan para ello las nuevas tecnologías. "Los mismos docentes tratan de ubicarlos (cuando dejaron) para convencerlos de que vuelvan y de que si perdieron clases sí las van a poder recuperar, trabajando sobre proyectos que les interesen", dijo. Por último explicó que si bien cuentan con computadoras, al no tener acceso a Internet en las escuelas en las que funciona el IIS estas no se pueden explotar al máximo.