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Después de las 18, nadie se anima a transitar por las calles de barrio Norte Grande y más si se trata de un fin de semana. Nadie deja estacionado su vehículo en la calle y las ventanas tienen doble reja. Los vecinos denuncian que a plena luz del día y promediando la mañana grupos de jóvenes comienzan a instalarse en las esquinas. Aseguran que están resignados a ser posibles víctimas de hechos delictivos. "Aquí no existe la seguridad. Los robos, peleas y tiros son frecuentes y a nosotros no nos queda más que encerrarnos. Se empiezan a parar en las esquinas para cobrar el peaje que ellos consideran adecuado. Desde $2 hasta lo que puedan sacar para ir a drogarse", fue el crudo testimonio de José, un vecino de Norte Grande.
Desprotegidos. Más de 6 mil habitantes tiene esta popular barriada. Hoy, los vecinos piden seguridad, limpieza y pavimento. "No nos queremos ir del barrio", dijeron los vecinos.
"Sin ir más lejos el domingo pasado al mediodía mi hijo fue asaltado y amenazado con un cuchillo", contó otra vecina que se resiste a mudarse de barrio. La mujer cuestionó: "¿Por qué tenemos que dejar todo lo que construimos con tanto esfuerzo?".
Norte Grande alberga a más de 6 mil habitantes. La comisaría décima sigue siendo la encargada de asistir a la barriada que entre otras cosas denuncia la lentitud y la ineficacia del servicio que se brinda desde la repartición policial. Según los vecinos "los pocos efectivos que hay no pueden hacer mucho porque si les dicen algo a los malvivientes, estos se acercan al destacamento y rompen todo", explicó uno de los vecinos en referencia a grupos de jóvenes alcoholizados. "Estamos absolutamente desprotegidos. En esta zona los muchachos no respetan a ningún policía", dijeron a El Tribuno.
Basural y asfalto
El problema de inseguridad no es lo único que preocupa a los vecinos de barrio Norte Grande. También lo es una especie de basural que funciona en el barrio. "Nadie viene a limpiar ese lugar. Hemos hecho varios pedidos y aún no recibimos respuestas", explicó un grupo de vecinos del lugar.
"Sin ir más lejos el domingo pasado al mediodía mi hijo fue asaltado y amenazado con un cuchillo", contó otra vecina que se resiste a mudarse de barrio. La mujer cuestionó: "¿Por qué tenemos que dejar todo lo que construimos con tanto esfuerzo?".
Norte Grande alberga a más de 6 mil habitantes. La comisaría décima sigue siendo la encargada de asistir a la barriada que entre otras cosas denuncia la lentitud y la ineficacia del servicio que se brinda desde la repartición policial. Según los vecinos "los pocos efectivos que hay no pueden hacer mucho porque si les dicen algo a los malvivientes, estos se acercan al destacamento y rompen todo", explicó uno de los vecinos en referencia a grupos de jóvenes alcoholizados. "Estamos absolutamente desprotegidos. En esta zona los muchachos no respetan a ningún policía", dijeron a El Tribuno.
Basural y asfalto
El problema de inseguridad no es lo único que preocupa a los vecinos de barrio Norte Grande. También lo es una especie de basural que funciona en el barrio. "Nadie viene a limpiar ese lugar. Hemos hecho varios pedidos y aún no recibimos respuestas", explicó un grupo de vecinos del lugar.
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