"A biodanza podés ir cuando tenés algún problema de salud, pero a lo que realmente apunta es a potenciar la parte sana", aseguró Patricia Colina en diálogo con El Tribuno.
Patricia practica desde hace varios años biodanza. La mayoría de los cursos que tomó fueron en Córdoba. Salta, lejos de esta movida, todavía no cuenta con mucho espacios donde se realice. De hecho, solo existe el taller que dicta Patricia en el pasaje Mollinedo 427.
Pero, hablando desde lo profundo ¿de qué se trata biodanza?
Al respecto, Patricia explicó que la biodanza trabaja con líneas de vivencias. "Esas líneas de vivencias están relacionadas con esos potenciales que tenemos todos los seres humanos en el ADN", explicó.
La sociabilización, los procesos educativos formales, y el solo paso de los años hacen que las personas pierdan la capacidad de comunicarse y sus potencialidades. Esas potencialidades con las que nació, pero que muchas veces la sociedad condena, como por ejemplo: la creatividad.
"Una de las líneas de vivencia es la creatividad. La vitalidad también es otra de las líneas de vivencias. También -a causa de tantos prejuicios- se pierde la sexualidad", describió esta psicóloga.
Orden de importancia
Una de las líneas más importantes de biodanza es la afectividad. "La biodanza es la poética del encuentro humano. Donde en realidad también surge la poética verbal", explicó.
Las prácticas se realizan por grupo, en un primer momento se trabaja con música y a través de las emociones. "A través de ese trabajo buscamos conectarnos con todas las vivencias: música y emoción. A los movimientos los llamamos plenos de sentido", detalló.
En biodanza, muy por el contrario de lo que se puede pensar, no se trabajan pasos específicos, ni se desarrolla ninguna práctica en particular. En la biodanza hay que dejar al cuerpo que hable a través de la música.
"No tienen una base con ninguna danza, lo que se hace son movimientos referidos a las cualidades. Sí, toma mucho del tai chi", explicó Patricia.
Creación y fundamentos
Rolando Toro, antropólogo y psicólogo, es el creador de esta disciplina. El sistema de biodanza se encuentra instaurado actualmente en 30 países, incluyendo Brasil, Argentina, España, Chile, Francia, Alemania, Italia, Uruguay, Holanda, Reino Unido, Colombia, Venezuela y Bélgica.
"Toro habla de un inconsciente que es el inconsciente vital, que no surge de la nada. Fue tomando de diferentes teorías la explicación de la aplicación de biodanza", adelantó Patricia, a lo que agregó: "El principio biocéntrico habla de la ética de vida, centrada en el cuidado por la vida, la comunicación".
La práctica de biodanza tiene un momento al que se denomina "momento de la vivencia". En ese espacio, los practicantes no hablan, solo se centran en lo que se siente a través de la música.
En referencia a la elección de la música, la especialista y una profesional en Salta que aplica esta teoría, detalló que la melodía también es seleccionada. Si bien algunas prácticas son eufóricas otras son mucho más tranquilas. Esta selección también tiene en cuenta el grupo con el que se trabaja. "Hay biodanza para todas las edades", destacó.
Patricia Molina está terminando una formación de biodanza clínica y espera poder abrir una escuela sobre está temática específica en un par de meses.
La biodanza clínica está centrada en el apoyo y regeneración de la salud. "No nos centramos en la enfermedad sino en la salud. Pero, durante la práctica se van descubriendo los efectos que tiene en las personas que sufren alguna dolencia grave", aseguró.
Dentro de la teoría creada por Rolando Toro existen algunas enfermedades que se denominan "dolencias de la civilización". Son todas esas enfermedades que se generan al vivir en una sociedad que cada día tiene más conflictos, más peligros y en la que se vive a un ritmo muy acelerado. "Salta tendría que ser un ciudad mucho más calma, sin embargo hay mucha gente que va con ansiedad", reconoció Patricia. Pues bien, esta práctica es otra opción que puede ayudar a quienes buscan un poco de calma en la vida diaria.
inicia sesión o regístrate.
"A biodanza podés ir cuando tenés algún problema de salud, pero a lo que realmente apunta es a potenciar la parte sana", aseguró Patricia Colina en diálogo con El Tribuno.
Patricia practica desde hace varios años biodanza. La mayoría de los cursos que tomó fueron en Córdoba. Salta, lejos de esta movida, todavía no cuenta con mucho espacios donde se realice. De hecho, solo existe el taller que dicta Patricia en el pasaje Mollinedo 427.
Pero, hablando desde lo profundo ¿de qué se trata biodanza?
Al respecto, Patricia explicó que la biodanza trabaja con líneas de vivencias. "Esas líneas de vivencias están relacionadas con esos potenciales que tenemos todos los seres humanos en el ADN", explicó.
La sociabilización, los procesos educativos formales, y el solo paso de los años hacen que las personas pierdan la capacidad de comunicarse y sus potencialidades. Esas potencialidades con las que nació, pero que muchas veces la sociedad condena, como por ejemplo: la creatividad.
"Una de las líneas de vivencia es la creatividad. La vitalidad también es otra de las líneas de vivencias. También -a causa de tantos prejuicios- se pierde la sexualidad", describió esta psicóloga.
Orden de importancia
Una de las líneas más importantes de biodanza es la afectividad. "La biodanza es la poética del encuentro humano. Donde en realidad también surge la poética verbal", explicó.
Las prácticas se realizan por grupo, en un primer momento se trabaja con música y a través de las emociones. "A través de ese trabajo buscamos conectarnos con todas las vivencias: música y emoción. A los movimientos los llamamos plenos de sentido", detalló.
En biodanza, muy por el contrario de lo que se puede pensar, no se trabajan pasos específicos, ni se desarrolla ninguna práctica en particular. En la biodanza hay que dejar al cuerpo que hable a través de la música.
"No tienen una base con ninguna danza, lo que se hace son movimientos referidos a las cualidades. Sí, toma mucho del tai chi", explicó Patricia.
Creación y fundamentos
Rolando Toro, antropólogo y psicólogo, es el creador de esta disciplina. El sistema de biodanza se encuentra instaurado actualmente en 30 países, incluyendo Brasil, Argentina, España, Chile, Francia, Alemania, Italia, Uruguay, Holanda, Reino Unido, Colombia, Venezuela y Bélgica.
"Toro habla de un inconsciente que es el inconsciente vital, que no surge de la nada. Fue tomando de diferentes teorías la explicación de la aplicación de biodanza", adelantó Patricia, a lo que agregó: "El principio biocéntrico habla de la ética de vida, centrada en el cuidado por la vida, la comunicación".
La práctica de biodanza tiene un momento al que se denomina "momento de la vivencia". En ese espacio, los practicantes no hablan, solo se centran en lo que se siente a través de la música.
En referencia a la elección de la música, la especialista y una profesional en Salta que aplica esta teoría, detalló que la melodía también es seleccionada. Si bien algunas prácticas son eufóricas otras son mucho más tranquilas. Esta selección también tiene en cuenta el grupo con el que se trabaja. "Hay biodanza para todas las edades", destacó.
Patricia Molina está terminando una formación de biodanza clínica y espera poder abrir una escuela sobre está temática específica en un par de meses.
La biodanza clínica está centrada en el apoyo y regeneración de la salud. "No nos centramos en la enfermedad sino en la salud. Pero, durante la práctica se van descubriendo los efectos que tiene en las personas que sufren alguna dolencia grave", aseguró.
Dentro de la teoría creada por Rolando Toro existen algunas enfermedades que se denominan "dolencias de la civilización". Son todas esas enfermedades que se generan al vivir en una sociedad que cada día tiene más conflictos, más peligros y en la que se vive a un ritmo muy acelerado. "Salta tendría que ser un ciudad mucho más calma, sin embargo hay mucha gente que va con ansiedad", reconoció Patricia. Pues bien, esta práctica es otra opción que puede ayudar a quienes buscan un poco de calma en la vida diaria.