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Papelitos plegados llenos de sorpresas

Lunes, 15 de septiembre de 2014 00:28
Las cédulas siguen entusiasmando a grandes y chicos. Foto: Juan Barthe.
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Victoria tiene 11 años y es parte del grupo Exploradoras de María Auxiliadora. Cuando le preguntan en la calle qué son las cédulas, ella responde: "Son premios sorpresas".
Los papelitos blancos, celestes o verdes plegados que cuestan entre $3 y $10 esconden sorpresas. Además es la forma que aún hoy tienen los grupos de las parroquias, los colegios secundarios, scouts, fundaciones y asociaciones de juntar dinero para un fin común.
Desde siempre
Las famosas cédulas que han sido parte de la historia de los salteños en tiempos del Milagro, viene de generación en generación y aún hoy siguen vigentes.
Silvia Ocampo, desde el puesto de la Asociación de Lisiados Salta (ALSA) le contó a El Tribuno que el primer puesto de venta de cédulas de la Asociación estaba al costado de la Catedral, en el pasillo. "Nosotras nos quedábamos desde la tarde y hasta las madrugada vendiendo cédulas", contó Silvia. Ella junto a María Victoria Saracho tuvieron la idea de poner el puesto, este año, en la plaza Belgrano para revivir lo que hacían hace varias décadas. "En Octubre ALSA cumple 40 años y quisimos revivir esas actividades que hacíamos. Muchas de la sorpresas son cosas hechas por nosotras mismas", comentaron.
Para Fredy como para tantos otros, las cédulas fueron una tentación. ¿Con qué me sorprenderá el papelito blanco en mano?, se preguntaba él mientras lo abría. "No recuerdo un premio que me haya gustado. Me tocó un par de aros, un carretel de hilo o caramelos", detalló Freddy.
Los grupos de scouts no se quedaban afuera. Sergio era parte de uno de ellos y recordó que, cuando era chico, con sus compañeros se mataba vendiendo cédulas: "Había premios estímulos que eran verdaderas joyas para nosotros como linternas, cortaplumas, cantimploras, entre otras".
Barbarita tiene algunas sorpresas guardadas en su cajita de recuerdos: "Unos elefantitos, una planta, un osito de yeso y una brujita de tela. La ansiedad me mataba por abrir mi sorpresa", contó con entusiasmo, esta joven salteña.
Jimena recordó la venta de las cédulas como "toda una aventura" y Marisa aún hoy las sigue comprando. Con ellas es como si viajara en el tiempo y las imágenes de la alegría y la diversión de infancia volvieran al presente.
Algo de esto también viven los más chicos en la plaza Belgrano, ubicada sobre Balcarce y Belgrano: "Desde las cinco y hasta las nueve es el momento de divertirnos, de jugar entre nosotras. Es lo mejor del Milagro", contó Victoria con una sonrisa picaresca junto a sus otras seis compañeras.
Para qué vender cédulas
"Nosotras las vendemos a $3 y a $5. Con lo recolectado queremos juntar para el campamento de fin de año y comprar dos carpas grandes que nos salen cerca de dos mil pesos cada una", explicó Laura Méndez, una de las coordinadoras del Escuadrón de chicas de María Auxiliadora. Melisa Saravia es coordinadoras de las Vaquianas, una de las compañias del Batallón de Exploradores de Don Bosco. "Desde hace años las compañías venden cédulas. Es la manera de juntar algo de dinero para el campamento de verano que se hará a mediados de enero", dijo Melisa.
Se organizan por Batallón , pero cada uno de sus integrantes tiene que llevar cien regalos y con ellos se arman las cajas que son las sorpresas de las cédulas. "Cada uno vende lo que puede y eso es una ayuda para cada chico para poder hacer el viaje de campamento", mencionó la coordinadora.
La venta de las cédulas se inicia el primer día de la novena del Señor y la Virgen del Milagro y continúa hasta que termina. El día de la precesión no se vende.
Los premios
Hay de todo, dentro del valor que tienen las cédulas. "Pueden haber golosinas, llaveros, pequeños juguetitos, trabitas, vinchas, de todo un poco", contó Graciela desde el puesto de la parroquia Encarnación del Verbo. Las mujeres que van a la parroquia son las que se turnan para atender el puesto ubicado en plaza General Belgrano y hoy ella reemplazó a una compañera.
Entre las sorpresas también hay aritos, pulseras, adornos de cerámica, monederos, chuletas para el cabello, mini peluches, y más.
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