¡Qué ganas de darse un chapuzón! Para saber qué tipo de piscina es la mejor para tu espacio debés conocer las características de los distintos modelos; aquí, una guía al detalle.
Pileta inflable: Ideal para los más chicos. Su estructura consiste en aros inflables. Es aconsejable ubicarlas en lugares con sombra y usar mitad agua tibia y mitad fría. Hay una gran variedad de diseños, pueden ser redondas o cuadradas, incluso hay modelos que incluyen accesorios como toboganes o encestadores.
De lona: Las más tradicionales son las rectangulares, cuya estructura es de caños, aunque también las hay redondas. Son simples de instalar, llenar y limpiar. Hoy existen productos para su mantenimiento acordes al material. Pueden incluir bombas con filtro lavable y barrefondo, cloros, alguicidas y cubrepiletas.
Autoportantes: Combinan la robustez de las piletas de fibra de vidrio con la practicidad de las de lona. Para su armado, el suelo debe de estar nivelado, parejo, y sin elementos puntiagudos; se recomienda llenarlas hasta un 80% de su capacidad. Está confeccionadas con tres capas de PVC que le dan mayor resistencia y durabilidad. Las dos capas exteriores son de gran fortaleza y están laminadas con una malla de poliéster. Su armado es muy simple. Sólo hay que extender la base sobre el piso, y sobre ella irá la pileta. Una vez extendida, habrá que inflar el anillo perimetral. Hay que tener la precaución de estirar muy bien la base antes de llenarla. Este tipo de modelo cuenta con escalera, bomba de filtro, cloro y cubrepileta.
¡Qué ganas de darse un chapuzón! Para saber qué tipo de piscina es la mejor para tu espacio debés conocer las características de los distintos modelos; aquí, una guía al detalle.
Pileta inflable: Ideal para los más chicos. Su estructura consiste en aros inflables. Es aconsejable ubicarlas en lugares con sombra y usar mitad agua tibia y mitad fría. Hay una gran variedad de diseños, pueden ser redondas o cuadradas, incluso hay modelos que incluyen accesorios como toboganes o encestadores.
De lona: Las más tradicionales son las rectangulares, cuya estructura es de caños, aunque también las hay redondas. Son simples de instalar, llenar y limpiar. Hoy existen productos para su mantenimiento acordes al material. Pueden incluir bombas con filtro lavable y barrefondo, cloros, alguicidas y cubrepiletas.
Autoportantes: Combinan la robustez de las piletas de fibra de vidrio con la practicidad de las de lona. Para su armado, el suelo debe de estar nivelado, parejo, y sin elementos puntiagudos; se recomienda llenarlas hasta un 80% de su capacidad. Está confeccionadas con tres capas de PVC que le dan mayor resistencia y durabilidad. Las dos capas exteriores son de gran fortaleza y están laminadas con una malla de poliéster. Su armado es muy simple. Sólo hay que extender la base sobre el piso, y sobre ella irá la pileta. Una vez extendida, habrá que inflar el anillo perimetral. Hay que tener la precaución de estirar muy bien la base antes de llenarla. Este tipo de modelo cuenta con escalera, bomba de filtro, cloro y cubrepileta.