Los profesionales también tomaron muestras biológicas de los ciudadanos que voluntariamente se acercaron a buscar algún indicio que dilucide la incertidumbre sobre el paradero de los seres queridos secuestrados como consecuencia del terrorismo de Estado.
El EAAF es una institución prestigiosa a nivel mundial. Tiene un amplio reconocimiento a nivel científico. En lo humanitario, es uno de los pilares en la lucha de los familiares de los desaparecidos.
El 9 de octubre fue el aniversario del asesinato de Ernesto Guevara. Ustedes estuvieron en el hallazgo de sus restos en Bolivia...
En Bolivia hemos trabajado bastante en dos etapas. En la primera, en la búsqueda de los resto de Che, desde diciembre de 1995 hasta julio del 97, hasta que encontramos la fosa donde estaba Guevara y otros más.
Después en Bolivia, años más tarde y a pedido de organizaciones de familiares y del Ministerio de Justicia, que investigaba casos de violencia política en ese país, se avanzó en la búsqueda de los integrantes de otro movimiento que cubrió la zona de Teoponte, en 1971. Además colaboramos con el Estado boliviano en la búsqueda de desaparecidos en las dictaduras.
Ustedes ya fueron noticia en Salta por encontrar los rastros del soldado Alberto Oliva...
Sí. Lo interesante de esta campaña es que se está haciendo a nivel nacional. En este caso, se identificaron los restos de un salteño que se encontraron en Mendoza. El entrecruzamiento de la información a partir de las muestras que se reúnen en el banco es a nivel de todo el país.
¿También tienen que ser cuidadosos con la información que los medios de prensa les piden?
Nosotros somos peritos ante la Justicia. En nuestro rol, a medida que hay procesos judiciales, solo podemos hablar de los procesos, de lo que se hace en nuestra tarea, de la antropología forense, de cómo se hace y los por qué. Cuando se trata de alguna causa, nosotros como peritos tenemos un compromiso de confidencialidad por el cual en todo sentido es el juzgado correspondiente el que transmitirá la información que los medios de prensa pidan. Nosotros solo podemos dar cuenta ante el juzgado correspondiente de la información.
¿Por eso es que los familiares tienen buenos conceptos sobre el EAAF?
Sí, por supuesto que sin el apoyo de los familiares no podríamos trabajar. Nuestro compromiso fue en primer orden con la familia. De hecho, dar la muestra de sangre, como dar información sobre la víctima de cada caso, es voluntario. Y en la medida que el familiar no desee que estas búsquedas avancen nosotros tampoco avanzamos. Porque eventualmente si un familiar no quiere recuperar los restos de un desaparecido, nosotros respetaremos esa decisión. Es totalmente voluntario dar la muestra de sangre.
¿Y cómo es el trabajo en el sentido humano?
El equipo viene trabajando desde hace más 30 años en Argentina y en muchos otros lados y siempre nos sentimos alentados por el apoyo de los familiares de víctimas que continúan su búsqueda y siguen queriendo acceder al conocimiento de la verdad y la justicia en lo posible. Eso es lo que nos fundamenta a seguir haciendo estos trabajos. Y también lo que nos alienta es seguir buscando una respuesta que podamos aportar al esclarecimientos de estos casos.
¿Todo formó parte de una política de Estado de este último gobierno?
Claramente se vio eso. Nosotros somos una organización no gubernamental y esta campaña de toma de muestras de familiares la estamos haciendo con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos y con el Ministerio de Salud. La estructura del Estado es la que nos permite acceder a todo el país más que como la organización que somos. Es política de Estado el avanzar con estas investigaciones y en la búsqueda de justicia en estos casos. Todo eso hace avanzar en la búsqueda de restos óseos.
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Los profesionales también tomaron muestras biológicas de los ciudadanos que voluntariamente se acercaron a buscar algún indicio que dilucide la incertidumbre sobre el paradero de los seres queridos secuestrados como consecuencia del terrorismo de Estado.
El EAAF es una institución prestigiosa a nivel mundial. Tiene un amplio reconocimiento a nivel científico. En lo humanitario, es uno de los pilares en la lucha de los familiares de los desaparecidos.
El 9 de octubre fue el aniversario del asesinato de Ernesto Guevara. Ustedes estuvieron en el hallazgo de sus restos en Bolivia...
En Bolivia hemos trabajado bastante en dos etapas. En la primera, en la búsqueda de los resto de Che, desde diciembre de 1995 hasta julio del 97, hasta que encontramos la fosa donde estaba Guevara y otros más.
Después en Bolivia, años más tarde y a pedido de organizaciones de familiares y del Ministerio de Justicia, que investigaba casos de violencia política en ese país, se avanzó en la búsqueda de los integrantes de otro movimiento que cubrió la zona de Teoponte, en 1971. Además colaboramos con el Estado boliviano en la búsqueda de desaparecidos en las dictaduras.
Ustedes ya fueron noticia en Salta por encontrar los rastros del soldado Alberto Oliva...
Sí. Lo interesante de esta campaña es que se está haciendo a nivel nacional. En este caso, se identificaron los restos de un salteño que se encontraron en Mendoza. El entrecruzamiento de la información a partir de las muestras que se reúnen en el banco es a nivel de todo el país.
¿También tienen que ser cuidadosos con la información que los medios de prensa les piden?
Nosotros somos peritos ante la Justicia. En nuestro rol, a medida que hay procesos judiciales, solo podemos hablar de los procesos, de lo que se hace en nuestra tarea, de la antropología forense, de cómo se hace y los por qué. Cuando se trata de alguna causa, nosotros como peritos tenemos un compromiso de confidencialidad por el cual en todo sentido es el juzgado correspondiente el que transmitirá la información que los medios de prensa pidan. Nosotros solo podemos dar cuenta ante el juzgado correspondiente de la información.
¿Por eso es que los familiares tienen buenos conceptos sobre el EAAF?
Sí, por supuesto que sin el apoyo de los familiares no podríamos trabajar. Nuestro compromiso fue en primer orden con la familia. De hecho, dar la muestra de sangre, como dar información sobre la víctima de cada caso, es voluntario. Y en la medida que el familiar no desee que estas búsquedas avancen nosotros tampoco avanzamos. Porque eventualmente si un familiar no quiere recuperar los restos de un desaparecido, nosotros respetaremos esa decisión. Es totalmente voluntario dar la muestra de sangre.
¿Y cómo es el trabajo en el sentido humano?
El equipo viene trabajando desde hace más 30 años en Argentina y en muchos otros lados y siempre nos sentimos alentados por el apoyo de los familiares de víctimas que continúan su búsqueda y siguen queriendo acceder al conocimiento de la verdad y la justicia en lo posible. Eso es lo que nos fundamenta a seguir haciendo estos trabajos. Y también lo que nos alienta es seguir buscando una respuesta que podamos aportar al esclarecimientos de estos casos.
¿Todo formó parte de una política de Estado de este último gobierno?
Claramente se vio eso. Nosotros somos una organización no gubernamental y esta campaña de toma de muestras de familiares la estamos haciendo con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos y con el Ministerio de Salud. La estructura del Estado es la que nos permite acceder a todo el país más que como la organización que somos. Es política de Estado el avanzar con estas investigaciones y en la búsqueda de justicia en estos casos. Todo eso hace avanzar en la búsqueda de restos óseos.