Estado de la ruta 88, camino a Las Palmas. Gentileza lectores
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La ruta provincial 88 tiene solo 6 kilómetros de extensión pero pareciera tener más de 50 por el tiempo que se tarda en recorrerla estos días.
No es un camino sinuoso, no está por encima de los 4 mil metros de altura, ni tampoco se encuentra en algún alejado rincón de la provincia. No. Está a solo 12 kilómetros de la plaza 9 de Julio y sin embargo su estado es verdaderamente calamitoso. Más que un camino parece el cauce pedregoso de un río seco, y cuando llueve como ahora, se transforma en un riacho, imposible de sortear.
Se trata del viejo camino de Las Palmas, que une la ruta nacional 68 con la provincial 21. Nace en la curva del INTA, jurisdicción del municipio de Cerrillos. Hasta hace seis o siete años, cuando se habilitó la autopista sudeste, fue una parte del camino entre Cerrillos y La Isla. En el tramo de Las Palmas viven actualmente unas 100 familias de agricultores y trabajadores; hay una escuela primaria, y el colegio Rural 5150 Emilio Espelta, a donde asisten numerosos niños y docentes.
Cuenta a El Tribuno María José, esposa de un agricultor de la zona que "desde hace años venimos reclamando a Vialidad de la Provincia que por favor pavimente este tramo. Cada vez que llueve de aquí no se puede entrar ni salir por la cantidad de agua que corre y por el mal estado del camino. Ya nos pasó una vez que una ambulancia de Cerrillos no pudo entrar para atender una urgencia". María José contó además que "los alumnos de la escuela y del colegio de Las Palmas deben hacer malabares para ir a clase los días de lluvia. Y lo mismo pasa con los docentes que bajan del colectivo en el cruce con la ruta 21 y deben caminar varios kilómetros".