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Como todo los días, Domingo Antonio Varela, un abuelo de 80 años que vive en la avenida Mariano Moreno, de Villa Saavedra (Tartagal), se alistaba para disfrutar del ocaso de la jornada sentado en la puerta de su casa. Imprevistamente fue víctima de una brutal agresión. Según la denuncia del anciano, tres personas -entre ellas una mujer- lo abordaron sin piedad el domingo último.
Los tres sujetos obligaron a don Antonio a ingresar a su casa. Tras golpearlo y tenerlo de rehén durante casi dos horas fue obligado a confesar dónde guardaba sus ahorros. Luego de alzarse con el dinero huyeron por una puerta ubicada a un costado de la vivienda.
Después del horror y el momento de pánico que tuvo que atravesar, el anciano fue internado en un sanatorio privado de Tartagal donde permanece alojado en estado delicado. Además de la tremenda golpiza sufrió trastornos psicológicos.
Tirado en el suelo
A las 7 de la tarde del domingo y como era costumbre, sobre todo en jornadas calurosas, el hombre se sentaba en la vereda de su casa hasta que caía la noche, una costumbre aún vigente, especialmente en el interior provincial.
Jorge Castro, uno de sus hijos y presidente del barrio Santa María, recordó: "Mi padre siempre se sienta en la vereda de su casa donde tiene piezas para alquilar, ya que es una propiedad grande y así saca unos pesos, porque de jubilación cobra muy poquito", expresó. "A las 7 de la tarde vino una chica buscando una pieza y mi hermana, quien también vive en la casa, la atendió. Le pareció raro que mi papá dejara su lugar afuera para irse tan temprano a su habitación" completó.
Después de un tiempo prudencial, el padre no salía de su pieza y sus hijos decidieron golpearle la puerta. "Mi padre no abría y con otra llave intentamos hacerlo nosotras, mi papá sacó la cabeza y le dijo 'andate hija, no te preocupes estoy bien' para luego volver a cerrar con llave", sostuvo Castro, hijo de don Antonio.
Castro recordó que su hermana "no se quedó tranquila pero como todos respetamos su privacidad ella supuso que estaba con alguna persona. Cerca de las 9 de la noche sintió un ruido fuerte, fue a ver y la puerta de su habitación ya estaba abierta; mi padre, muy golpeado, estaba tirado en el suelo".
Según lo que recordó su hijo, "los asaltantes le sacaron el dinero que tenía en el bolsillo y unos ahorros guardados en el ropero. En total eran 1.400 pesos. Mi padre después del momento que pasó quedó muy afectado. Nos dijo que si ve a la mujer la va a reconocer inmediatamente. Para obligarlo a entregar el dinero le pegaron trompadas en la cara".
Según Jorge Castro, su padre sufrió un "daño psicológico porque ha sido una experiencia horrible la que vivió durante dos horas. Mi papá dice que eran tres hombres, además de la mujer pero no está muy seguro y casi no puede hablar. Sentimos una gran impotencia porque podría haberle sucedido cualquier cosa; su estado es crítico y solo le pedimos a Dios que lo ayude a superar este momento tan difícil", apuntó el hijo de la víctima.
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