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Se trata de la playa de camiones ubicada atrás de la feria latinoamericana, en inmediaciones de la terminal. La playa funciona como base logística para el acopio de mercadería ilegal. Allí es común ver camiones, colectivos, autos y camionetas que transportan mercadería procedente desde Bolivia hacia el resto del país, especialmente Jujuy, Salta capital, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires.
La evasión fiscal del comercio ilegal es incalculable. Cada rodado que ingresa al predio municipal para cargar la mercadería ilegal debe pagar un peaje. Las camionetas abonan $300, las trafic $500 y los colectivos $700. Se calcula que durante la semana, ingresan al predio unos cien colectivos.
Los bagayos, como se denomina a la mercadería ilegal, suelen pesar de 80 a 100 kilos.
Según se pudo constatar, en algunos casos cada vehículo lleva entre 12 a 14 bultos. No solo son evasores fiscales, sino también un riesgo latente en las rutas de la región.
Si bien la devaluación del peso argentino frente al boliviano redundó en una leve merma de la actividad ilegal, ésta aún se mantiene vigente. Hace unos años era incesante el ingreso y egreso de colectivos de pertenecientes a tours de compras y de todo tipo de rodados.
Actualmente, los días de mayor actividad son los lunes, miércoles, viernes y sábado.
Legalizar lo ilegal
El Tribuno consultó a numerosos comerciantes de la ciudad de Orán. La gran mayoría pidió reservas sobre su identidad por temor a represalias.
Todos coinciden en que se busca legalizar lo ilegal, ante la inacción de las autoridades que deberían aplicar las sanciones correspondientes ante un hecho delictivo.
"La Municipalidad solo controla al trabajador que paga un alquiler, que tiene un empleado, que compra mercadería en blanco", comenta Lorena, propietaria de una tienda de ropa.
"Son impresionantes las presiones impositivas y los controles a los que tenemos que someternos los trabajadores del volante", dijo Rafael, un remisero de la ciudad de Orán.
En la misma línea, se expresó la presidenta de la Cámara de Comercio de Orán, Mabel Bruno. "Venden a mitad de precio, no emplean gente y no pagan impuestos. Es imposible competir frente a eso".
La concesión de la playa
El predio de la playa, que consta de una manzana, fue alquilado por la suma de $1.500 mensuales a Tomás Lino Cano.
La recaudación, de acuerdo al monto de peajes que se cobra y a la cantidad de rodados que ingresan al predio sería de alrededor $250.000.
El Tribuno pudo acceder a una copia del contrato de la concesión, firmado ante el escribano Sergio José Pintado el 25 de septiembre de 2012.
La cláusula primera del contrato establece que la locación será destinada para la explotación como playa de camiones y vehículos pesados.
En tanto que el punto cinco del contrato especifica: "No se podrá cambiar el destino de la locación ni ceder el presente contrato, subarrendar el predio ni asociarse a terceros".
Pese a ello, autos, camionetas, colectivos y trafics cargan bultos de mercadería para trasladar a todo el país
La cláusula cuarta del contrato, obliga al titular de la concesión a realizar mejoras en el inmueble, sin derecho a indemnización, entre las que figuran el cercado de la playa.
Un detalle no menor es el hecho de que el jefe comunal incluyó a esa playa dentro de las obras del Fondo de Reparación Histórica por un monto de $3.233.712,98. Solo se realizó el tapiado, según explicó el arquitecto Marcelo Bernard, quien fue auditor del Fondo de Reparación Histórica.
Concejales piden informes
Exigen que el Ejecutivo municipal rinda cuentas del manejo de la playa.
En la última sesión del Concejo Deliberante, el edil César Sisterna. del Bloque Frente Grande, solicitó un informe sobre el funcionamiento de la playa municipal. Piden que el Poder Ejecutivo municipal informe sobre el estado de contratación de la playa de camiones, plazos e ingresos realizados al municipio por ese concepto durante el período 2013-2015.
No es la primera vez que un concejal pide informes a la Intendencia sobre este tema. En 20013 Nery Bordón pidió un informe para determinar responsabilidades sobre varios ilícitos.