Una madre y sus hijos, en la calle por un incendio

Emilse Rodríguez y sus cuatro hijos lo perdieron todo.
La fatalidad quiso que al mediodía del pasado viernes un incendio dejara lo poco que tenían, reducido a cenizas. La precariedad de su vivienda, íntegramente de madera, fue presa fácil del fuego cuando las chispas de un cortocircuito cayeron cobre un colchón que rápidamente quedó envuelto en llamas y arrasó con todo adentro. Afortunadamente los chicos estaban en la escuela y la más pequeña y su madre vendían masitas en la calle, como lo hace habitualmente esta madre sola, que busca un sustento elaborando y vendiendo productos de repostería.
Con la angustia marcada en su rostro, esta mujer de 29 años, sola a cargo de sus pequeños, relata lo ocurrido a El Tribuno y espera recuperarse porque tampoco pueden seguir viviendo con su madre por la falta de espacio.
"Yo estaba con mi mamá cuando ocurrió el desastre. Me llamaron y me dijeron que mi casa se quemó y que no quedó nada. Salimos corriendo, cuando llegué tuve una sensación terrible. Fue muy doloroso ver que no quedaba nada, pero también agradezco a Dios que no nos pasó nada porque no estábamos en la casa cuando ocurrió. Menos mal que mis hijos están sanos", dice.
Emilse vive con sus hijos: 2 nenas de 12 y 4 años y 2 varones de 7 y 9 años, respectivamente. El fuego consumió hasta los anteojos del nene de 9, que sufre de astigmatismo. Los tres mayores van a la escuela Hugo Alberto Luna, del barrio 20 de Febrero.
Es en esa misma villa donde está alojada: "Ahora volví a vivir junto a mi mamá en una casilla, pero nos quedamos absolutamente sin nada y tengo que empezar de cero".
Qué pasó
El peritaje de los bomberos indicó que el origen del fuego fue un cortocircuito dentro de la vivienda y la combustión del colchón fue tan rápida que resultó imposible detener las llamas a tiempo. Las pérdidas materiales fueron totales, desde los pocos muebles que tenían hasta la ropa y elementos de la cocina. Cuando se originó el incendio los vecinos colaboraron para extinguirlo y pidieron el auxilio de los bomberos y la policía que, según dijeron, llegaron rápidamente.