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Laberintos humanos. Nada grave | Laberintos Humanos

Miércoles, 13 de mayo de 2015 00:00
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Laberintos humanos. Nada grave

Carla Cruz abrió la tapa de su teléfono celular para consultarle al Abuelo Virtual si debía salvar al viejito del hechizo de la vejez. Depende de lo que te pida a cambio, le respondió el Abuelo con su voz metalizada, y Carla Cruz levantó los ojos para que el viejito le dijera lo que le pedía.

Un beso, dijo el viejito, y Carla Cruz consultó en el Abuelo Virtual para ver si debía besar al viejito y salvarlo del hechizo de la bruja, que lo tenía castigado con la vejez por haber enamorado a una enemiga suya, o al menos eso era lo que le había dicho el viejito y Carla Cruz miró hacia la pantalla de su teléfono celular para consultarlo con el Abuelo Virtual.

Pero en la pantalla de su teléfono celular el Abuelo Virtual sólo se reía y Carla Cruz decidió besar al viejito para ver que pesaba, lo besó y no pasó nada. Sólo que el viejito se quedó mirándola sin rejuvenecer, y le preguntó si le había gustado el beso. No, dijo Carla Cruz siendo sincera, y el viejito levantó los hombros, dijo que qué se le va a hacer, y se fue.

Entonces la moza miró nuevamente la pantalla de su teléfono celular para recriminarle al Abuelo Virtual que no le haya advertido, y desde esa voz metalizada con que le respondía le dijo que era evidente que lo que quería el viejito era robarle un beso. De todos modos no es tan grave, le dijo y Carla Cruz se quedó pensando.

Pero el camino era largo y, aunque no supiera hacia donde iba, decidió que era mejor seguir antes que demorarse en algo que, como le había dicho el Abuelo Virtual, no era tan grave.

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