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Las víctimas de este accionar delictivo son, en su gran mayoría, menores que se desplazan por la vía pública y que se convirtieron en el blanco predilecto de los delincuentes.
El 80% de los robos están relacionados con la sustracción de celulares, que se tornaron el botín más preciado por los malvivientes.
Lo más sorprendente es que ya no importa la hora, ya que muchos de los robos fueron cometidos en plena luz del día.
Los testimonios
El último hecho que fue denunciado tuvo como víctimas a dos menores de 12 años, Mailén y Camila, quienes alrededor de las 15.30 se desplazaban por la calle Avellaneda a la altura del cruce con las vías del ferrocarril.
En ese lugar dos individuos que se desplazaban en una moto se detuvieron delante de ellas, uno bajó y tomó a Camila rodeando desde atrás con su brazo el cuello de la menor para arrebatarle su celular.
Una vez que logró que lo soltara de sus manos, se dio a la fuga subiéndose a la moto que lo esperaba en marcha.
Camila resultó con golpes en su boca y ojo derecho. "Fue en plena tarde, me sorprende que nadie haya visto algo porque se trata de una calle muy circulada. Lamentablemente la inseguridad ha crecido, necesitamos más presencia policial por esta zona y que el ferrocarril desmalece el sector", dijo Juan Carlos Vargas, abuelo de Mailén.
Un herido de gravedad
En los últimos días se conocieron otros tres casos de robos, todos cometidos en la calle Cornejo, en la Banda Este de la ciudad. Se trata de una calle aledaña a las vías ferroviarias.
En uno de los robos, un niño de 11 años tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital de niños de Salta, donde pudieron salvarle la vida, luego de resultar herido cuando tres jóvenes intentaron arrebatarle su bicicleta.
El hecho ocurrió cuando el menor se desplazaba a las 20.30 por la plaza Juan Carlos Dávalos, a cuatro cuadras de la plaza principal, y que cuenta con buena iluminación.
Tres jóvenes intentaron arrebatarle la bicicleta y en el forcejeo el menor perdió el equilibrio y cayó pesadamente sobre el manubrio de su bici, que no contaba con mango de protección, por lo que se le incrustó en el abdomen.
Hasta el momento no hay detenidos porque la familia del niño aún no pudo encontrar testigos que les aporten datos de los arrebatadores.
Una joven de nombre Valeria sufrió el segundo robo de un celular. La víctima se desplazaba hacia su trabajo por la calle Cornejo en horas de la tarde cuando dos motochorros le quitaron el aparato. En esta segunda oportunidad, corrió con un poco más de suerte que la vez anterior, ya que en el primer robo le lastimaron la cara.
El domingo 19 de abril, el 911 fue alertado por una persona que sufrió el robo de un celular por dos personas que circulaban en una moto.
El móvil policial se desplazó en busca de los sospechosos hasta Campo Santo, donde fueron detenidos. Como no se pudo encontrar el celular robado, los sospechosos fueron dejados en libertad.