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27 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Historias de mujeres, protagonistas de la economía artesanal | Historias de mujeres

Sabado, 09 de mayo de 2015 00:00
Fotos Pablo Yapura
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Para quien las quiera ver, ellas son la prueba del poder de las mujeres como motor de la economía familiar.
Ellas son las artesanas de la feria de Vaqueros. Activas, emprendedoras, de todas las edades, divinas en el contexto natural donde se desarrolla el mercado de personas que comercializan productos elaborados por sus propias manos.
"Nosotras somos las que llevamos el negocio para adelante", afirmó Rocío.
Y es evidente porque de los 40 negocios que se montan los sábados, las mujeres dominan la mayoría. Predominan porque son muy originales, como Xenia que llega desde La Caldera con sus títeres multicolores. "Yo vivo de esto y es lo que disfruto. Es decir que vivo de lo que me gusta hacer", dijo.
Lo que sucede es que Xenia no solo los vende en esa feria. También va a la de la Balcarce y en las escuelas.
Ese empuje también lo tiene Florencia que es propietaria de la marca "Productos de la Flor" que se dedica a la fabricación de dulces artesanales sin conservantes. Ella apenas pasa los 30 años de vida y ya lleva 10 trabajando de eso.
La que también domina la situación económica familiar es Luciana, quien se sienta y se pone a tejer mientras la gente mira sus tejidos colgantes. Mientras Leo juega con Almendra, la hija que tuvieron juntos, Luciana dice: "Venimos de familias de artesanos. Si bien la gente piensa que trabajamos un día, hay que ser ordenados y trabajar metódicamente durante toda la semana. Además hay que ser muy ordenados con el dinero". Sus pajaritos colgantes, que endulzan las miradas de los niños, van desde los $60.
"Es un cable a tierra. Es la mejor terapia que tengo", dijo Silvia Díaz, una mujer grande que ya está jubilada. Ella vende sus trabajos de pintura, puntillismo, maquetería y objetos con vidrios y espejos.
Silvia tiene a su esposo con dificultades de salud por lo que tiene que cuidarlo todo el día. Antes estaba muy acostumbrada a salir y de pronto todo cambió. Entonces comenzó a trabajar en casa.
"Si yo no me ponía a hacer algo, no sé qué mal me iba a suceder. Ahora vengo acá, charlo con la gente, disfruto el aire libre y gano plata", dijo.
Así que, para quien esté interesado en visitar la feria de artesanos, pueden llegarse a Vaqueros cualquier sábado, disfrutar de shows y colaborar con estas familias lideradas por mujeres, que como dice el trovador, son "desconocidas gigantes que no hay libro que las aguante".
La reparadora de libros
Rocío tiene uno de los mejores oficios del mundo, después del periodista. Ella es pequeñita, pero su trabajo es grande. Se dedica a la restauración de cuentos, leyendas, misterios, fotografías; de esas historias que se resisten a desaparecer. Ella se asienta los sábados en su puestito y comienzan a llegar los libritos enfermos de la mano de sus dueños. Diagnostica con ojo clínico y dice cuál será el tratamiento más adecuado.
A los más longevos le lleva más tiempo y los cuidados son más intensivos.
La internación dura una semana completa; se retiran el sábado siguiente.
Rocío es la reparadora de libros y se puede decir que ya es famosa. Para quien le quiera llevar esos libros queridos puede llegarse los sábados o llamar al 0221 155407081. Porque ella vino desde La Plata y nadie sabe bien por qué extraño embrujo se quedó en ese paraíso que es Vaqueros.
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