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El Fortín Tradicionalista Gauchos de Güemes El Tuscal de Velarde, en ruta provincial 26, km 2 (camino a La Isla), fue el escenario para la primera feria de pequeños campesinos de la provincia, organizada por la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación.
Al menos 45 artesanos y productores del pequeño campesinado de todo el territorio provincial llegaron hasta el camino a La Isla para mostrar y poder vender los productos con los que trabajan durante todo el año.
"Esta es la primera feria del año que realizamos luego de las experiencias exitosas que tuvimos el año pasado en varios barrios de la capital", dijo la responsable del Área de Apoyo de Comercialización de la Secretaría de la Agricultura Familiar, Ana Herrera.
Lo cierto es que, a pesar de la fría mañana, la gente se comenzó a congregar ayer en torno de los beneficiosos precios de los puesteros que vinieron de Isla de Cañas, Nazareno y Iruya, de Santa Victoria Oeste; Río Blanquito e Iguopeigenda, de Orán; además de Los Toldos, Aguaray, Cachi, La Poma, San Carlos, Cafayate, Vaqueros y del Valle de Lerma. Además, participarán artesanos del cuero del Valle de Lerma y de la Quebrada del río Toro.
Hubo papayas, paltas y mandiocas del norte. Papas del cerro, oca y tejidos de las montañas; mieles, verduras de todos los colores, semillas, dulces caseros y vinos fueron productos que se vendieron como pan caliente.
Se debe decir que el sector del pequeño campesinado elabora sus productos sin agroquímicos y de manera orgánica.
Por otro lado, es de destacar la gran cantidad de mano de obra que utiliza, el valor artesanal de sus productos y que el precio que se paga en estas ferias va directo al productor, sin intermediarios.
"Nosotros traemos lo que producimos en nuestras tierras, que son trabajadas de manera comunitaria. Ahora estamos juntando los recursos económicos para terminar un tinglado para acopio de nuestras frutas de estación y estas ferias son una oportunidad para dar a conocer nuestras acciones y nuestra lucha", dijo Gregoria López, de la comunidad de guaraní de Iguopeigenda, Orán.
El turismo comunitario
Cultivar el pimiento, salir a pastorear o disfrutar un vino de una bodega familiar son las opciones que presentó la Red de Turismo Campesino de los Valles Calchaquíes.
“Somos una cooperativa autogestionada por familias campesinas que, más allá de la producción agropecuaria y las artesanías tradicionales, ofrecemos una propuesta de turismo rural comunitario”, dijo Ramiro Ragno, quien a través de la Secretaría los acompaña en la iniciativa.
“Tenemos mucha demanda de turistas europeos y norteamericanos; aunque también ahora los argentinos estamos conociendo esta forma alternativa y más artesanal de vivir un viaje”, concluyó Ragno.
“Los alojamientos y los lugares de comida son las mismas viviendas campesinas. Cada vivienda que ofrece servicios al turismo cuenta con una o hasta tres habitaciones dobles destinadas para los viajeros. El baño es compartido, pues en general es el mismo que utiliza la familia campesina”, dice la página de la cooperativa que se puede consultar visitando la página http://turismo campesino.org/.
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