Las inasistencias como una traba para el aprendizaje | Ausentismo escolar

Para el director del colegio América Latina, de villa Lavalle, Luis Camacho, el ausentismo escolar es bastante complejo. "El contexto sociocultural en el que está inmerso el colegio tiene muchas aristas. Muchos alumnos, a pesar de ser menores de edad, trabajan en negro o son cuentapropistas. Las obligaciones familiares, como cuidar la casa, los hermanos y encargarse de la limpieza, también atentan contra la asistencia", apuntó.
Camacho siguió: "Si bien los padres saben que el secundario es obligatorio y los planes sociales contribuyeron para que el chico esté escolarizado, con el paso del tiempo esto se va desdibujando y muchos estudiantes de 16 y 17 años quedan libres o dejan la escuela porque tienen que trabajar".
Consultado sobre cómo repercuten las inasistencias en la educación, el docente dijo: "Afectan el aprendizaje porque no hay continuidad en la enseñanza. A eso hay que sumarle que muchos chicos no hacen nada en sus casas porque no pueden. Hay hogares donde hay una sola mesa en la que se amasa, se coloca el televisor un rato, se almuerza y más tarde se cena. No tienen un lugarcito para hacer la tarea ni cuentan con acompañamiento familiar. Entonces, el rendimiento es muy pobre", agregó Camacho.
Las técnicas, más complicadas
En las escuelas técnicas, debido al horario extenso, la situación se complica aún más. Así lo describió María Elva Frutos, directora de la ex Enet 2: "Hoy, con la realidad de los chicos, las distancias, necesidades y la carga horaria pesada en las técnicas nos llevan a estar en contacto permanente con los papás; hablando y negociando con los mismos chicos sobre el ausentismo y las llegadas tarde".
Ante este panorama, Frutos reflexionó: "No puede ser que un alumno, a esta altura del año, ya haya llegado a las 15 inasistencias. Hay situaciones complejas, pero ¿presto atención para que el estudiante se sienta bien en clase?".
Un poco más tajante, Ida Tumburu, directora de la Técnica 3.140, dijo: "Las faltas afectan una barbaridad en el secundario común. El alumno además perdió la costumbre de estudiar en la casa. La única educación real que reciben es la del aula porque no traen la tarea".
Según Tumburu, "en el Polimodal para adultos hay unos 200 estudiantes que son los rezagados de siempre. Por el programa Progresar volvieron, pero no les interesa estudiar. Vienen para mantener la asistencia y la condición regular".
Los directivos explicaron que el reglamento de las escuelas establece que un alumno no puede tener más de 15 faltas. A las 14,5 hay reincorporación, lo que permite tener 10 faltas más y, después, otro margen de cinco si las 10 anteriores están justificadas. Se reincorpora hasta octubre porque en noviembre se empiezan a definir las notas. El chico libre puede seguir asistiendo a clases. La escuela tiene la obligación de recibirlo como oyente.