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Entre mitos, leyendas y curiosidades

Lunes, 24 de agosto de 2015 00:00
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El mausuleo de Mateo Castillo, construido en 1872, guarda la dramática historia de su hija Juliana, una de las mujeres más ricas de Salta. Todos los años prestaba sus joyas para adornar la imagen de la Virgen del Milagro. Una noche fue asaltada por un italiano y, cuando éste se retiraba, cometió el error de gritarle que lo había reconocido y el sujeto la asesinó. Los herederos libraron una batalla judicial para recuperar las joyas, pero no lo pudieron lograr, ya que los deseos de la extinta era que quedaran en la Catedrál cuando muriera.
Una de las tumbas más visitadas de las últimas cinco décadas es la de Pedrito Sangueso, venerado por niños y adolescentes que lo consideran "el protector de los estudiantes". Este milagroso niño tenía 6 años cuando el 19 de mayo de 1963 fue asesinado por su primo Pablo Copa, quien arrojó su cuerpo en un aljibe. El santuario está plagado de indumentarias y útiles escolares, además de leyendas que rezan:. "Te pido salir adelante con mis estudios"; "Te pido cumplas mi sueño de ser alguien en la vida"; "San Pedrito, te pido aprobar la materia del día"; "Sanguesito, gracias por todo".
Al fondo del cementerio De la Santa Cruz hay una solitaria tumba maltrecha, virtualmente desatendida. Allí descansan los restos de Juana Figueroa, quien se convirtió en una mártir de la violencia de género luego de ser asesinada por su esposo en marzo de 1903. La penosa imagen de su tumba no guarda relación con la de su santuario en la esquina de Yrigoyen y San Luis, donde unos niños descubrieron su cuerpo con el cráneo destrozado. Venerada por los salteños, quienes la consideran una alma milagrosa, Juana Figueroa se transformó en una leyenda.
En un mausuleo del Ejército, cerca de la calle principal, hay una lápida con esta leyenda: "Tenientes José L. Fuentes y José L. Brown, muertos en el cumplimiento del deber por los indios del Chaco en 1910". El texto exime de todo comentario.También el Santa Cruz fue utilizado para ocultar una de las historias más negras de los argentinos. En el fondo del predio se descubrieron fosas donde enterraron a víctimas de la última dictadura militar.
Allí apareció el maxilar de la docente Gemma Fernández Arcieri, cuyo cadáver y el de su esposo Héctor Gamboa fueron destrozados por explosivos en septiembre de 1976.

Acto de pillaje en las históricas tumbas
Los robos de placas de bronces y mármoles en todos los mausuleos estuvieron a la orden del día.
Recursos para su restauración
El proyecto contempla que las bellas obras arquitectónicas pueden ser restauradas con fondos del Bicentenario.
El riesgo de la desocupación
Hay nichos de personalidades destacadas con la leyenda "a perpetuidad" que están siendo desocupados.
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