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Así lo ratificaron desde el programa de vigilancia epidemiológica que funciona en el nosocomio.
Según las estadísticas del área, enero contó más de 40 casos sospechosos de dengue y tres resultados positivos, mientras que en febrero se registraron más de 70 casos sospechosos y se confirmaron siete positivos.
En su mayoría fueron salteños que viajaron fuera de la provincia, específicamente en las zonas antes mencionadas.
Con cifras que desde hace algunos años no existían, los dos primeros meses del 2016 reflejaron la incidencia de la epidemia tanto en la Argentina como en países limítrofes.
"No todas, pero muchas personas que viajaron a Brasil vinieron contagiadas porque ese país tuvo un brote muy importante de la enfermedad", dijo a El Tribuno la jefa del programa, Marta Ojeda. Tener cuadros febriles y haber visitado las zonas mencionadas son factores determinantes para prender el alerta de un eventual caso de dengue.
"Creo que la gente va tomando conciencia porque tienen los síntomas y son más los que vienen a consultar de lo que ocurría en años anteriores", agregó la epidemióloga.
Ante la sospecha, desde el nosocomio se comunica al primer nivel de atención para realizar los bloqueos correspondientes. En ellos se sectorizan las acciones de descacharrado y fumigación, además de la detección de cuadros febriles entre integrantes de la familia del paciente como así también de vecinos.
La atención ante cualquier sospecha puede despejarse desde el primer nivel de atención (centros de salud).
Los principales síntomas están relacionados a cuadros febriles, por lo que la existencia de ellos puede representar un eventual caso de la enfermedad. Se asemejan a una gripe (sin tos ni mucosidad) y pueden manifestarse con fiebre, dolor de cabeza y detrás de los ojos, dolores articulares y musculares, falta de apetito y erupciones en la piel.
La chikungunya es similar y, además, causa nauseas y cansancio. También provoca graves consecuencias en las embarazadas, ya que puede generar secuelas en el feto. La fiebre zika es agresiva para el feto humano, habiéndose registrado en Brasil un gran incremento de los reportes de nacimientos de niños con microcefalia.
Los síntomas son: conjuntivitis no purulenta, dolor de cabeza, dolor de cuerpo, dolor en articulaciones (principalmente manos y pies), decaimiento, sarpullido, inflamación de miembros inferiores.
Desde el Comité de Emergencia provincial acordaron una serie de actividades entre las que figuran el descacharrado y sellado de pozos.