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Kike Martínez: "Soy muy feliz con lo que la vida me dio"

Domingo, 29 de mayo de 2016 23:10
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Tomar un café con Kike Martínez y entablar una charla con él puede resultar una experiencia conmovedora a medida que uno ingresa en las vivencias de un hombre sencillo y disciplinado, como él mismo se define. Las anécdotas siempre dejan una reflexión y los intercambios tienen esa particularidad de los relatos con moralejas y las historias que van al límite de la realidad y la fantasía. Así por ejemplo Kike Martínez, que hoy cumple 70 años, cuenta entre los haberes de su experiencia con el título de maestro y de mago, y esos extremos son tan opuestos como el diálogo que alguna vez mantuvo con el dictador paraguayo Alfredo Stroessner o el famoso avistaje y fotografía de un ovni que fue motivo de estudios de la Nasa.
Kike Martínez fue periodista de espectáculos en el diario Norte, sonidista, actualmente tiene la dirección de una radio y por siempre, aunque ya no pueda estar físicamente, será el presentador oficial de los corsos salteños.
Papá de siete hijos y dueño de varios nombres artísticos, Kike Martínez, El Mago Candy, El Payaso Mago, Viruta o Pistolita comienza hoy a transitar su octava década y sin titubeos asegura: "Me alcanza con lo que la vida me dio y con eso soy feliz".
¿Qué balance hacés de tu carrera en un día como hoy?
Nací el 30 de mayo de 1946, fue jueves, feriado nacional. Ese día se hizo la jura de la reforma de la Constitución del 45. Mi vida fue una cosa medio extraña desde que nací, como algo predeterminado. Siempre fui una persona disciplinada, nunca fui alumno excelente. Empecé en la escuela Urquiza, pasé por la Jacoba Saravia y la San Francisco. El secundario lo hice en la Normal hasta 3er. año, luego en el Bachillerato Humanista. No congenié con ese estilo educativo y tuve que recuperar el año en el Colegio Nacional y volví a la Normal, donde me recibí de maestro. Me acuerdo que la directora era la abuela del gobernador Urtubey.
¿A qué te referís con que tu vida es una cosa medio extraña, predeterminada?
Mi vínculo con el periodismo y el espectáculo comenzó desde chico. Me acuerdo que con mi papá en la escuela hicimos el espectáculo de la Bella Durmiente del Bosque que vino desde Chile con un sistema audiovisual. Con ese mismo sistema hicimos el primer pesebre en la cancha de Juventud con Ester Jándula. Ese fue el primer pesebre viviente en Salta y no el de la Villa Las Rosas. Mi trabajo me llevó a Paraguay, donde conocí personalmente al entonces presidente Alfredo Stroessner, quien me gestionó la doble nacionalidad porque quería que me quede a trabajar en turismo. En uno de los viajes vimos una nave extraterrestre. Fue un avistaje masivo, impresionante en Clorinda, después pude obtener una fotografía cuando cubría una nota para la Municipalidad, que luego fue examinada por científicos de la Nasa. Esa investigación con la foto que obtuve se publicó en varios medios, como en Radiolandia 2000.
¿Y tu trabajo en el periodismo?
Mi papá era amigo de don Roberto Romero y con él comencé a trabajar en el diario Norte. Incursioné en el periodismo desde el oficio. Con los años de experiencia el Ministerio del Interior te daba un carné de aspirante y luego de dos años el de cronista. Siempre me gustó el espectáculo y me contacté con muchos artistas, entre ellos Palito Ortega, que me tomó mucho cariño y cuando vino a filmar a Salta se hizo padrino espiritual de una de mis hijas.
¿Pero te fuiste a trabajar a Paraguay?
Se hizo un convenio entre Salta y Paraguay para promocionar los vuelos a Salta y desde aquí por tierra hacia ese país. Fue en la década del '70. Escribí notas para el diario ABC relacionadas con el intercambio turístico y trabajé para varias radios de Paraguay. Estuve muchos meses con esa tarea y la verdad que me sobraba el tiempo y empecé a acompañar los servicios turísticos a Cataratas por el corredor de Asunción. Me interesó la historia, las leyendas, se enfermó un guía y me ofrecieron cubrirlo. La gente me puso fichas y de allí me buscaban para hacer de guía.
¿Allí lo conociste a Stroessner?
Pasaron varios meses y un día tuve que hacer de chofer del jefe del Ejército de Paraguay, el general Quiñones. Lo llevé hasta la residencia oficial y allí conocí al presidente. El jefe del Ejército le había hablado de mi trabajo en turismo pero no podía quedarme porque no era ciudadano de ese país. Stroessner me preguntó si quería trabajar allí y me consiguió la doble nacionalidad. Gané mucha plata.
¿Y por qué te volviste?
Mi papá me fue a buscar porque mi mamá estaba un poco enferma. Éramos dos con mi hermana pero yo era el mimado, así que me volví agradecido y muy contento. Nunca me arrepentí porque mi mamá estaba sufriendo mucho con mi ausencia. En uno de los viajes con ella tuve la experiencia más impactante de mi vida: un ovni a 300 metros de altura, tenía el tamaño de un colectivo. Años después tomé una foto cuando trabajaba en la Municipalidad de Salta y capté un objeto que los científicos de la Nasa calificaron de verídico.
¿Volviste a trabajar en la Municipalidad?
No. Picoroto Quintana me hizo volver al diario y mis notas tenían la particularidad de ser críticas con los problemas de la ciudad, pero siempre con una reflexión o alguna idea para salir del problema. El interventor municipal Carlos Sosa me llamó para trabajar en la comuna y dejé el diario. Siempre tuve conciencia de que un periodista no puede trabajar en un medio y al mismo tiempo en el Gobierno.
¿Cómo se resume tu vida y que reflexión te queda?
Mi vida tiene puntos de alto valor emocional. Estuve en los corsos cuando se hacían en la Virrey Toledo, antes de estar en la Belgrano. César Perdiguero estaba como animador y trabajaba en el diario El Tribuno. Una vez me ofreció animar una elección de la reina en Gimnasia y Tiro y desde allí no paré más y ya pasaron 35 años. Ya no hago la animación de los corsos pero los homenajes a esa trayectoria me alientan a no quedarme. Organicé el sonido de la visita del papa Juan Pablo II a Salta. Tengo una radio, la FM Ideas en la 99.3, en barrio Crespones, camino a La Isla. Tuve serios problemas de salud pero los superé. Soy feliz con mis hijos y con Primi Yulan, mi actual pareja. Todo lo que la vida me dio, me alcanza y me hace feliz.

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