inicia sesión o regístrate.
Marita Simón
El Tribuno
Hablar de la universalidad de la música y su capacidad de crear puentes entre las personas cobra vigencia cada vez que un músico o muchos de ellos, interpretando melodías juntos, hacen vibrar a una o miles de personas, despiertan emociones, avivan recuerdos...
Ese es el concepto con el que Noam Zur, el nuevo director de la Orquesta Sinfónica de Salta, busca preservar y transmitir en lo que será su nuevo camino con este grupo que nació hace 17 años.
En agosto pasado se hicieron las pruebas del Concurso Internacional para la cobertura del cargo de director de la orquesta, en cuyo proceso de selección quedaron tres maestros: Noam Zur, procedente de Israel, César Iván Lara, de Venezuela y Maciej Zoltowvski, de Polonia. Finalmente, el israelí sobresalió entre sus colegas y resultó la decisión final para ocupar el cargo de Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Salta.
Zur ya está en plena tarea para ofrecer, el próximo jueves 7, un concierto que lo presentará en sociedad. Las obras elegidas son “Sueño de una noche de verano” de Félix Mendelssohn, “Obertura Tannhäuser”, de Richard Wagner y “Sinfonía del Nuevo Mundo” de Antonín Dvorák. En un paréntesis de los ensayos, Zur dialogó con El Tribuno en un castellano que seguramente irá cobrando fluidez con el tiempo.
¿Cómo es su proceso de adaptación a Salta y al nuevo grupo?
No conozco demasiado de la ciudad y la provincia, ya que vine a mediados de año unos días por el concurso. Y estamos con mucho trabajo en los ensayos, fundamentalmente. Pero lo que hasta ahora he visto es muy lindo: la ciudad por un lado y la orquesta por otro. El grupo es agradable, altamente profesional, lo que me hace sentir orgulloso y feliz de estar aquí por los próximos tres años.
La Sinfónica de Salta tiene la particularidad de ser, además, cosmopolita...
Lo es y en eso va en consonancia con el mundo de la música. Es mi caso, que soy un israelí que vivía en Alemania y hoy estoy aquí, en la Argentina y en Salta. Lo especial de esto es que en nuestra profesión no es importante de dónde se proviene, sino que la música es el eje y la lengua internacional. Eso nos hermana y nos une.
Su primera presentación será la próxima semana, con tres obras que están ensayando a tiempo completo...
Es una programación muy especial, ya que las tres composiciones tienen una similitud y es que comienzan con un pianíssimo en la tonalidad de Mi mayor o menor, y los tres compositores desarrollaron esa idea en diferentes formas. Por lo tanto, es mágico buscar las similitudes y las diferencias con la orquesta, y sobre eso trabajamos particularmente en los ensayos.
Más allá de lo estrictamente musical, como director ¿prevé modificaciones dentro del conjunto?
Siempre es posible establecer cambios, pero debo señalar que todos los músicos de esta orquesta son muy profesionales, personas con mucha experiencia y pensamientos e ideas muy propias que los hace muy interesantes para mí. Los movimientos de los recursos humanos no son lo importante, sino que el cambio está en el crecimiento cualitativo con ese mismo recurso humano. Obviamente que voy a estar siempre promoviendo aquello que sea para mejorar.
Llevar la orquesta a la gente fue una característica inicial que decayó con el tiempo. ¿Es un aspecto que lo tiene entre sus objetivos?
Eso es, justamente, una parte integral de mi planificación. Estar en las iglesias, en los barrios, en espacios para la gente, giras al interior, a las provincias, pero además realizar presentaciones internacionales, forman parte de toda una programación sobre la que voy a trabajar especialmente.
La trayectoria del nuevo director
Con 36 años de edad, fue director principal en residencia de la Opera and Philarmonic Orchestra of Heidelberg, Alemania, asistente del maestro Pierre Boulez y director de la Lucerne Festival Academy Orchestra de Suiza. De 2007 a 2010; director en el Aalto Teater Essen y de 2011 a 2015, director de la Kammerphilharmonie Frankfurt, Alemania.
A partir de 2015, fue director artístico y titular del Tino Pattiera International Opera Arias Festival, y director invitado principal de la Dubrovnik Symphony Orchestra de Croacia.
En Argentina dirigió conciertos en Mendoza y Rosario y dictó clases magistrales de canto en el UNCUYO Mendoza y de dirección orquestal en el UNA, Buenos Aires.
El ámbito musical argentino le es familiar también por la extensa labor pedagógica que su madre realiza desde hace más de 15 años.