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El Gobierno y el Banco Central anunciaron ayer una suba en las metas de inflación, que estipulaban un alza del 15% para 2018, cuando inicialmente se ubicaba en un rango de entre 8 y 12%, y alcanzar el objetivo del 5% recién en 2020, un año después del fijado en principio.
La administración de Mauricio Macri y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, decidieron "recalibrar" las metas de inflación, que ahora serán del 15% en 2018; 10% en 2019 y 5% en 2020.
Así lo anunciaron en una extensa e inusual conferencia de prensa en la Casa Rosada el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Finanzas, Nicolás Caputo, y el jefe del Central.
Una foto que el Gobierno eligió para cerrar el año y mostrar un gabinete económico cohesionado, mensaje que el jefe de ministros remarcó durante todo el anuncio.
"El principal anuncio es que hemos decidido recalibrar las metas de inflación para los años subsiguientes, en donde hemos demorado un año el objetivo último de inflación que es del 5%, de 2019 a 2020", afirmó Dujovne en el comienzo de su exposición. Y agregó que el Banco Central "necesita tener metas de inflación creíbles", gran desafío que deberá enfrentar el equipo económico.
En ese marco, las metas de inflación para los tres próximos años quedaron de la siguiente manera: 15% para 2018; 10% para 2019 y 5% para 2020.
Sin embargo, y pese a que en reiteradas oportunidades el Gobierno y el propio Sturzenegger ratificaron las metas anunciadas hace unos meses, el propio jefe del Banco Central reconoció que no se cumplió la cifra esperada para 2017. Y resaltó: "En la segunda mitad del año se produjo una desaceleración de la inflación núcleo. Hay un proceso de desinflación muy sólido", agregó.
Asimismo, anunció que el financiamiento monetario del déficit fiscal se reducirá significativamente. El mismo será de 140 mil millones de pesos en 2018 y de 70 mil millones de pesos para 2019.
De ese modo, las transferencias del BCRA al Tesoro pasarán de 4,4% del PBI en 2015 a 1,1% en 2018 y 0,5% en 2019.
"Hoy tenemos tasas que están calibradas para llevar a la inflación al 10% a finales de 2018. Al graduar esto se va a permitir un relajamiento de la política monetaria (baja de tasas). La cantidad, el monto y cuándo se hace será una decisión que irá tomando el Banco Central en función de cómo va haciendo la lectura del proceso inflacionario en el corto y mediano plazo", dijo el jefe de la autoridad monetaria.
Sturzenegger agregó que para poder cumplir con las metas establecidas el BCRA "necesita que el Ejecutivo lo ayude sin pedirle plata".
Compromiso contra la inflación
En otro momento de su expopsición, Dujovne destacó: "Ratificamos nuestro compromiso antiinflacionario, y cuando corremos los objetivos a un año tomamos nota de que hoy tenemos más información que la que teníamos en enero de 2016. Pero redoblamos esfuerzos para alcanzar las metas".
Respecto de las metas fiscales, informó que para 2018 el objetivo es del 3,2%; para 2019 de 2,2% y 2020 de 1,2%. Además, el déficit primario planteado para este año fue de 4,1% del PBI, mientras que el proyectado para el período 2018-2020 es de 3,2%, 2,2% y 1,2%, respectivamente.
En cuanto al crecimiento de la economía, presentó una proyección anual del PBI real de 3,5% para 2018, 2019 y 2020.
En ese contexto, los funcionarios del Ejecutivo destacaron que se cerró el año 2017 con "crecimiento económico, reducción de la inflación, del déficit primario en % del PBI, reducción del gasto primario en % del PBI y reducción del presión tributaria".
El optimismo de Peña
Por su parte, Peña mantuvo un marcado optimismo durante toda la conferencia de prensa que se desarrolló en el Salón de los Pueblos Originarios. Sostuvo que el Gobierno está "terminando una etapa de estos dos primeros años en los que teníamos que evitar una crisis y tomar el sendero del crecimiento".
El jefe de Gabinete recordó que el Gobierno tenía como objetivo en el primer año de gestión evitar una crisis económica y "salir de un populismo económico y político sin trauma y sin crisis". Agregó que para el segundo año la prioridad era mostrar "un crecimiento económico" y encontrar un consenso básico sobre la cuestión fiscal.
"Se construyó el diálogo y el consenso con los gobernadores y el Congreso, que culminó con la sanción de ocho leyes que van a consolidar el ordenamiento de las cuentas públicas", remarcó.
Sin embargo, el jefe de Gabinete se mostró esquivo ante la consulta sobre por qué el programa financiero del año próximo no se presentó antes del debate por la aprobación de gastos para 2018 en el Senado. Sostuvo que el Presupuesto "es una hoja de ruta" y en base a eso se "precisan" variables. "Lo que estamos anunciando es coherente y consistente con lo que se votó ayer. Es un presupuesto muy realista", argumentó.
De esta manera, el Gobierno intenta alinear los programas monetario, fiscal y financiero después de que los objetivos trazados durante 2016 no hayan sido logrados tal como lo pretendía Cambiemos.