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“Con la boca y el dedo”

Sabado, 01 de abril de 2017 00:00
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"Con la boca y el dedo se hace un potrero". Es un viejo dicho que mi madre repetía, contando que su padre, hombre de campo, solía repetir ante los dichos de algún lenguaraz.

Además siempre se dijo que los argentinos somos "todos directores técnicos".

Estos dos dichos son ilustrativos de lo que nos está sucediendo hoy. Basta observar los programas de radio o TV; u oír los discursos en las numerosas marchas que vemos en estos últimos tiempos.

En una rueda alrededor de un conductor, un grupo de personas opinan, destruyen o adulan a otros, hablando hasta de su vida privada y pasando por arriba del derecho a la intimidad y emitiendo opiniones parecidas a sentencias judiciales. Sensacionalismo que vende, según ellos. ¿ Tienen los opinadores formación jurídica? ¿Leyeron el expediente? ¿Están autorizados para meterse? Esto mismo sucede con los programas deportivos. Se arman equipos, se ponen y se echan jugadores, directores, técnicos, dirigentes... En definitiva, es la vocación por juzgar. No vamos a ver el partido para entretenernos, para divertirnos, para descansar, no vemos una competencia. Vemos la pelea. Nos matamos opinando, claro que "con la boca y el dedo." Ahora se ha incorporado otro deporte nacional. Se discute sobre las situaciones socioeconómicas del país. También en rueda de opinadores, todos soplan la plumita para que no les caiga.

Se dice: Es la democracia. Pero, ¿esto es representativo de lo que se espera de la democracia?

Sin análisis, se leen estadísticas. Se citan los números finales, pero no se los interpreta. Se escuchan gritos, discusiones: "Tomala vos pero no me la des a mí. ­Cómo le dio! ­No pudo responder! Ahora bien, qué propuso ese, qué dio, no se sabe. Qué plan concreto, qué proyecto detallado tiene, no se sabe. Volvemos a "la boca y el dedo". Discutir se ha convertido en el deporte nacional; mientras más fuerte, mejor y si está televisado, ya es la gloria. ¿Cuándo los gobiernos y los gobernados nos sentaremos, cada uno con propuestas, para presentarlas, exponerlas, explicarlas?

Escuchar al otro con las mismas reglas, avanzar en lo que se está de acuerdo, seguir conversando sobre lo que no se está de acuerdo, y comenzar a reconstruir el país.

No sirve asustarse por la pobreza, por los desnutridos, los excluidos, escandalizarse con la violencia, la inseguridad, los analfabetos , si no hacemos nada para mejorar la hombre, al ciudadano, al vecino, al niño, al joven y al anciano. Tenemos que construir un gran foro que proponga soluciones y que se traduzcan en acciones. En tiempos difíciles como los actuales es inhumano y antidemocrático criticar por criticar, hacer de esto un deporte y una distracción nacional. "Poner palos en la rueda" es un dicho nacido, alimentado, fomentado y concretado por nosotros los argentinos, en muchas circunstancias. ¿Podemos demostrar que queremos realmente crecer? ¿El gobierno está dispuesto a escuchar propuestas, y si las comparte aplicarlas?, y si no está de acuerdo, ¿decir la razón por la que no lo está? ¿Está dispuesto a armar esta reunión? ¿Quiere gobernar con todos?

Las democracias van avanzando, se van modernizando, van cambiando con los tiempos. Pero la conducta ciudadana debe estar impregnada de la buena fe, de la ética, de valores democráticos, de derechos humanos, de pensar que todos valemos, que no hay personas desechables, que todos merecemos crecer como personas valiosas.

Si eso sucede me sentiré orgullosa de haber vivido en esta época; de lo contrario será otra frustración lamentable.

 

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