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Por María de los Ángeles Rojas
“Caminando con dinosaurios” a partir de mañana vuelve a las escuelas. El ámbito educativo de la provincia los conoce de sobra porque estos artistas independientes realizan giras con diversas comedias musicales y espectáculos en su teatro móvil con cortinados e iluminación.
En este caso, para “Caminando con dinosaurios” partieron de una idea que los embargó al ver el éxtasis que causaba un dinosaurio mecánico al que habían llevado hace unos años a la comparsa. El desarrollo de este personaje derivó en una obra teatral que se presentó hace tres años en el Museo de la Ciudad. En ella los espectadores ven el teatro transformarse en una máquina del tiempo y así pueden viajar 65 millones de años atrás con la guía de un paleontólogo. El público queda mudo de asombro al asistir al nacimiento en vivo de un dinosaurio y puede conocer pormenorizadamente sus condiciones de vida, alimentación y reproducción hasta el momento en que se extingue el último dinosaurio no aviario, presuntamente por la lluvia radiactiva causada por el impacto de un meteorito sobre la península de Yucatán, en México.
Los distintos “monstruos prehistóricos” fueron hechos a escala real (aunque algunos son adultos y otros cachorros) y están mecanizados. Para recrear con realismo las características del tricerapto, velociraptor, tiranosaurio rex, anquilosaurios, parasaurolopus, branquiosaurio y pterodáctilo, Juglares recibió el asesoramiento de paleontólogos.
Los reptiles tienen movimientos masticatorios, de pelea y de defensa muy reales, y el hacerlos conllevó para el grupo cuatro meses de trabajo. El tiranosaurio rex mide 4,30 de largo por 3 de alto y el braquiosaurio unos 7 de largo y 2,50 de alto en el lomo. Ambos son representaciones de esos reptiles a los seis meses de edad. Forrados de gomaespuma y con interiores de madera y hierro son puestos en funcionamiento por ocho actores. “Si uno va a hacer algo para los chicos debe hacerlo bien. Ellos son muy detallistas. Al aire libre a los actores se los ve manejándolos, es inevitable, pero dependiendo del espacio a veces nos es posible colocar humo y siempre tratamos de recrear la fantasía, aunque estemos fuera del teatro”, señaló el director del grupo, Lucas Torres (40).
Experiencias fuertes
Lucas Torres contó que desde los 8 años trabaja como el payaso Pimentón en eventos y festivales. Fue incentivado por su padre, Roberto Bascur, en su carrera artística.
“Me gustan los espectáculos para chicos porque como lo llevo en la sangre desde muy niño ambicioné llevar esa fantasía al escenario, revivir esos momentos”, comentó. A su lado, Débora Molina (26) dijo que es estudiante de enfermería y está en el grupo hace cuatro años. Interpretó a una bruja de “Abracadabra” y a la villana Úrsula de “La sirenita”. Melany Tarifa (20), su prima y también integrante del grupo, se dedica de lleno al teatro desde hace dos años. “Esto es una familia y todos nos apoyamos”, definió.
Jesús Matías (21), por su parte, está haciendo un curso para auxiliar de laboratorio y sus comienzos en Juglares lo colocaron detrás del escenario, en la realización técnica y de sonido. Luego subió a las tablas con “Abracadabra”, en la que interpretó a un adolescente, y se vistió con el ropaje de Tritón en “La sirenita”. El elenco que saldrá de gira por las escuelas se completa con Sebastián Copa, Nicolás Jaramillo y Antonella Arias. “Los actores preparados son geniales trabajando, pero cuando vos buscás talentos ocultos -chicos de los que sabés que les gusta esto, pero también que no se animan por las distintas situaciones de la vida- encontrás cosas que luego no podés creer. Los ensayos son talleres y ellos mientras van preparando sus personajes aprenden distintas técnicas cómo impostar la voz, las posturas, las miradas, trabajan con el espejo. Cuando hay afinidad entre compañeros, arriba del escenario vas a divertirte y para trabajar con chicos hay que ser un niño”, expresó Lucas.
El precio de la entrada en las funciones para escolares es módico y el grupo deja un porcentaje de la recaudación para contribuir con la cooperadora de cada institución. El espectáculos dura 45 minutos y la información es capitalizada como contenido para ciencias naturales. En sus giras anteriores el grupo comprobó el alto impacto del teatro inmerso en espacios institucionales como salones de actos y canchas. También se dieron con la verdad de que muchos niños no han pisado aún un recinto teatral porque hacerlo escapa a sus posibilidades económicas. Las incursiones de Juglares son su primera vivencia del pacto entre actor y espectador.
“Los niños vienen a darnos besos, a sacarse fotos, traen sus cuadernos para que les demos un autógrafo y esa es la respuesta a algo que ellos sienten y para nosotros es una experiencia muy linda”, dijo Lucas. Mañana, entonces, los “monstruos prehistóricos” serán liberados en las escuelas salteñas para el deleite de los niños.
Una trayectoria de dos décadas
Teatro Juglares nació en 1997. Durante estas dos décadas realizó espectáculos infantiles originales, como “Sábanas y dragones”, “Había una vez un rey”, “Reyes y magos”, “La bella y la bestia”, “Jesús de Nazareth”, “Noche de paz”, “Abracazum”, “Abracadabra”, “Aladín, un mundo ideal”, “La Sirenita, un cuento de amor con aletas”, “Caperucita Roja, una nueva historia para contar”, “El Rey Midas”, “Un rey en calzoncillos” y “Hansel y Gretel, loquitos y perdidos”. Para el Día del Niño planean volver con una versión renovada de “La Bella y la Bestia”.
Ellos hicieron temporada en Mar del Plata con la obra “Caminando con dinosaurios” y obtuvieron en febrero pasado el Faro de Oro VIP a la mejor obra infantil.
Juglares ya había participado en La Feliz por los premios Estrella de Mar con “Aladín...”, “Pimienta y Pimentón”, y “Caperucita Roja...”; pero la distinción que obtuvieron por “Caminando con dinosaurios” fue inesperada, ya que compartían terna con Caramelito en Barra, “Bailando bajo la mesa”, “Canciones de la Granja”, “El mundo de Maité”, de Silvina Escudero, “Los Lombrices” y “Zooilógico”.
Cuarenta y cinco escuelas recorrerá Juglares. Además de las de capital, irán a Rosario de Lerma, General Güemes, Orán, Mosconi, Embarcación, Cafayate y Tartagal.