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"Me pegó en la cabeza y dijo que no debía mirar a nadie porque era de él"

La mujer secuestrada y torturada por el taxista Lara fue dada de alta del hospital de Rosario de Lerma. La joven ratificó la denuncia contra él en la Fiscalía. Dio datos espeluznantes de su calvario.
Sabado, 06 de mayo de 2017 00:00
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Elisabeth, la joven madre que fue secuestrada y torturada durante 20 horas consecutivas por Godolfredo Lara, un taxista 23 años mayor que ella, pudo denunciar el calvario al que él la sometió recién ayer en la mañana, en la Fiscalía Penal de Rosario de Lerma. Lo hizo luego de haber sido dada de alta del hospital Corbalán en donde estaba internada desde el lunes pasado.

La víctima de 25 años vive en esta ciudad y tiene dos hijos con su anterior pareja. Hace tres meses había iniciado una relación amorosa con Lara que ella quiso terminar días atrás y como respuesta él la hizo víctima de una violencia inusitada que incluyó casi un día de estar secuestrada y su exposición pública.

A casi una semana de vivir un tormento de más de 20 horas, ayer apenas podía hablar producto de las lesiones ocasionadas por las reiteradas golpizas que le propinó Lara cuando la tuvo secuestrada el fin de semana pasado. Entre esas secuelas, hoy la joven tiene rotas todas las piezas dentarias superiores.

Ayer recibió el alta médica y ahora está en compañía de su familia.

Conversó con El Tribuno en las afueras de la sede fiscal. En un diálogo lleno de dolor aún, dio detalles puntuales de su tremendo sufrimiento cuando fue mantenida cautiva desde el domingo a la noche hasta el pasado lunes a la tarde, en los fondos de la vivienda de Lara.

"Me pegó tanto que no recuerdo algunos momentos. Tengo vagas imágenes cuando Lara me subió por la fuerza a su taxi. Me pegó con una piedra en la cabeza, sangraba y mientras levantaba la mirada, él me llevaba por unos caminos de finca y me decía con la mano puesta en mi cabeza para que no la levante, que yo no tenía que mirar a nadie porque era de él", empezó a contar.

Elisabeth dice que perdió el conocimiento. Sin embargo, sintió que le jalonaban la ropa. No sabe si fue ultrajada.

"No estoy segura si me violó. No sé. Fue todo tan horrible que pensaba que iba a morir. No tengo moretones en mi zona íntima. Estoy confundida".

Llanto, perdón y golpes

En su estremecedor relato la mujer quedó desconcertada. Tomó aire y contó cómo al despertar de su inconsciencia quedó impávida ante el extraño arrepentimiento de Lara, alias el "Carpincho".

"Te pido perdón, no te quería hacer esto, me decía. Me limpió la cara que tenía con sangre. Me sacó la ropa y me puso prendas de él. Pero me maniató y luego de su arrepentimiento me dijo que lo hacía para que no me escape. No entendía nada. Era todo una pesadilla".

La joven víctima asegura que el agresor la fotografiaba con un celular mientras tenía arrebatos de ira.

"Me sacaba fotos y me decía que lo hacía porque yo era una puta. Que yo era su mujer". El llanto interrumpió el relato de Elisabeth.

Ella tomó fuerzas y agregó: "Al otro día (lunes) me vistió, me arregló y me peinó, porque quería salir conmigo a comprar al centro de Rosario. No entendía nada. Estaba shockeada. Salimos en su auto y era como si nada hubiera pasado. Paramos en un lugar y alguien me vio cómo estaba en el auto. Él apresuró la marcha y volvimos a su casa. No podía gritar. No me salían las palabras".

Al retornar a la vivienda de Lara en el barrio El Tránsito, la mujer siguió maniatada. El irascible sujeto le comentó que iba a ir a la casa de su madre y que la dejaría por un momento sola.

"Sentí que se alejó de la casa al escuchar que se iba en su moto. Trepé por una ventana que tiene un plástico negro y caí del otro lado. No me podía desatar. Salí corriendo por los fondos. Corrí y corrí... no sé", y siguió sollozante la mujer.

La entrevista duro más de una hora. Elisabeth apenas puede mover sus labios. Se apoya en su madre y habla a pesar de la fatiga vocal que padece por la falta de las piezas dentarias. El dolor todavía está en su piel.

El taxista Lara fue imputado

El violento taxista identificado como Godolfredo Lara, de 48 años, recibió ayer una dura imputación en la Fiscalía Penal de Rosario de Lerma. A los delitos de lesiones doblemente agravadas por la relación de pareja preexistente y género, y amenazas, la autoridad fiscal le sumó el de privación ilegítima de la libertad, todo en concurso real. 
Las acusaciones se conocieron ayer por fuentes de la Fiscalía, luego de que su expareja y víctima de 20 horas de tormentos ratificara la denuncia.
Con una orden de allanamiento, los efectivos policiales relevaron la casa de Lara, ubicada en el barrio El Tránsito, donde sometió a reiteradas golpizas a la joven porque le había planteado terminar la relación.

Miembros del Grupo Investigativo S-82 de la Policía secuestró de la vivienda prendas de vestir de hombre y de mujer, un celular (que le pertenecería a Lara y donde podrían estar las fotografías que la joven dijo que él le tomaba mientras la golpeaba) y una memoria del aparato celular destruido por el hombre y que sería propiedad de Elisabeth.
El auto del imputado extrañamente aún no fue secuestrado a pesar de ser una prueba para la causa. No obstante, se confirmó que los investigadores ya hicieron pericias en el interior del vehículo. 

 

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