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Chía, sésamo, maíz pisingallo y seis variedades de poroto (blanco, negro, colorado, mungo, cranberry y azuki) fueron sembrados y cosechados en Salta con una normativa vigente y se están vendiendo con otra distinta: con retenciones.
Lucas Elizalde, productor agropecuario y presidente de la Sociedad Rural de Salta, indicó: "El impacto sobre esos cultivos fue que se planificó una cosa y ahora estamos pagando retenciones sobre esos productos, situación que no estaba prevista".
Anticipó además: "Como especialidades de invierno, sembramos garbanzo y cártamo, que como cultivo vienen bien pero todavía no tenemos muy claro el panorama de los precios de esos productos".
También cuestionó las retenciones al remarcar que "se retienen cuatro pesos por dólar liquidado, el tema es que la liquidación se calcula sobre el precio FOB que es el precio de exportación", y que "hay una diferencia muy grande entre el precio que recibe el productor y el precio exportador porque, en el medio hay todo un proceso de limpieza, procesamiento, clasificación, selección y empaque que genera caídas y diferencias de precio".
"Hay todo un agregado de valor en el medio que hace que la diferencia entre un precio de la mercadería natural y el precio de la procesada sea grande, por eso al productor las retenciones en las especialidades le impactan en cerca del 20% y no del 10% como estaba previsto en la normativa", señaló.
"Sembramos sin retenciones, cosechamos de igual manera, pero cuando fuimos a vender nos impactó de lleno el restablecimiento de las retenciones a las exportaciones que volvió a aplicar el Gobierno", lamentó Elizalde.
Aseguró que la medida complica la actividad porque implica un 10% menos de los ingresos planificados en el caso del maíz; mientras que en el caso del poroto, chía, sésamo y demás, el impacto es mayor -entre el 18 y 19 por ciento a los que menos les pega- y hasta el 23 o 25 por ciento a los que más afecta.
Anticipó que se reunieron con legisladores nacionales, a quienes les plantearon la realidad de varios cultivos que, para la campaña que viene, quedan con margen cero o negativo, como los porotos.
"Si bien este año el tipo de cambio nuevo ayudó a paliar la caída de ingresos, para el año que viene, cuando se gasten más dólares para la siembra, al estar los costos de los cultivos dolarizados casi en un cien por cien se va a resentir mucho la rentabilidad", sostuvo.