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Recuerdan con pánico el trágico alud de 1984

Los vecinos ya no saben a quién recurrir para advertir de otro posible desastre.
Miércoles, 16 de mayo de 2018 00:00
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Sonia es una vecina de Campamento Vespucio y reconoce que "cuando llueve fuerte tenemos bastante temor porque sabemos que lo único que le da firmeza a los cerros y que evita los aludes y ese tipo de fenómenos son los árboles, los mismos que se están talando sin ningún miramiento ni contemplación de lo que nos pueda ocurrir".

"Acá en Vespucio es cada día más evidente la consecuencia de los desmontes y se ve cada vez más asiduamente la presencia de animales, alimañas e insectos que habitan el monte pero que buscan otro lugar porque los árboles que le dan protección y alimentos están siendo talados. Entendemos que hay intereses económicos de algunos pocos, pero el bien de la comunidad debería tener algún peso y algún valor".

Irma es otra vecina de 76 años nacida en Vespucio. En la década del '80 fue testigo de una gran tragedia que produjo un alud que mató a 9 personas. "Nos da mucho temor lo que se hace y siempre estamos reclamando pero a nosotros ya se nos terminaron los recursos, no sabemos a quién acudir porque si vamos al municipio nos responden que los que sacan madera están autorizados porque tienen guías; pero nosotros creemos que eso no es suficiente, que tienen que tomar con más seriedad este tema porque los que vivimos en Vespucio, Tablillas y otros pequeños pueblos somos nosotros, no ellos".

Irma recordó un altercado que tuvo hace algún tiempo "con un actual diputado nacional a quien con otros vecinos le reclamamos el tema de la tala de árboles; nos respondieron que éramos un problema, cuando lo que hacíamos en forma pacífica y respetuosa era pedir que tomen medidas para que no talen los cerros. Pero parece que la ley ampara a los poderosos, a los que tienen dinero y nosotros que vivimos en un lugar donde ya hemos sufrido un alud que mató a muchos inocentes, no importamos y tampoco importan nuestras opiniones".

Irma recuerda que cuando ocurrió el alud, por milagro una de sus hijas salvó su vida. "La gente no tiene idea, no dimensiona lo que es la naturaleza cuando se enoja, cuando reacciona. Mi hija logró salir (del aluvión de lodo), pudo sacar a sus dos hijos con los que estaba en su casa durmiendo porque el alud fue de noche, y salvaron sus vidas por milagro. Pero quedó tan traumada que nunca más pudo dormir en Vespucio. Con el tiempo y para su recuperación se tuvieron que ir a vivir a la ciudad de Salta. Aquí habían perdido todo lo material pero gracias a Dios ella sacó fuerzas y no entró en pánico y así pudo salvarse junto a sus hijos", recordó.

 

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