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En El Galpón se viene haciendo una fuerte apuesta para logar el desarrollo de la apicultura, ya que la zona posee un gran potencial y en ella se produce miel de excelente calidad. En el marco de los festejos por los 119 años de la creación del municipio se desarrolló una capacitación de la que participaron apicultores de distintas localidades.
El INTA-Proapi trabaja con los pequeños productores organizados a través de las distintas herramientas para el desarrollo para formar cadenas de valor altamente competitivas con gestión de calidad y trazabilidad desde el apiario. Pero existen en la actualidad una serie de inconvenientes, entre los que se pueden observar la escala de producción, la desarticulación de los productores, el escaso valor agregado que se da de origen, la falta de infraestructura para el agregado de valor, desaprovechamiento de otros productos como ser propóleos, polen, jalear real, entre otros.
"La Cooperativa Flor del Garabato, fundada en el 2002, viene trabajando desde 1997, conformada a partir de un grupo de Cambio Rural, que vio en la apicultura una herramienta para el tejido social y el desarrollo local", dijo el presidente de la cooperativa y secretario de Gobierno de la Municipalidad de El Galpón, Germán Rebak.
Destacó que a partir de ese momento se comenzó un camino de trabajo conjunto. "Se decidió participar en el programa Cambio Rural con el apoyo de INTA como un grupo apícola, sin experiencia en la actividad y en el trabajo en equipo, empezando a compartir la asistencia técnica, aprendizajes personales y la capacitación", indicó Rebak.
Después de 5 años de labor, se decidió darle la forma jurídica transformándose en la Cooperativa Apícola, Agrícola y Consumo Flor de Garabato Ltda., con la idea de en un futuro también extenderse a otras actividades.
"A partir de 2014 se replantea el trabajo que se venía haciendo, para evaluar los resultados obtenidos hasta ese momento y reorganizar la institución. En este proceso se priorizó la incorporación de jóvenes, el crecimiento y la incorporación de valor agregado a la producción", dijo el secretario de Gobierno de la comuna galponense.
Hay 14 socios con 900 colmenas
La Cooperativa Flor del Garabato Ltda. está constituida por 14 pequeños productores (el 60% jóvenes menores de 32 años), con un total aproximadamente de 900 colmenas. Estos pequeños productores tienen restricciones de posibilidad de recursos como tierra y capital, realizan la apicultura como una actividad complementaria que aporta a los ingresos provenientes de otras labores, en algunos casos eventuales y en otros, con empleos permanentes.
"Los apiarios son instalados principalmente en terrenos cedido por los propietarios, generalmente en zona de monte, con una buena disponibilidad de flora autóctona, que da a la miel características organolépticas particulares según su época de cosecha. Esta variabilidad no se utiliza como una ventaja en la comercialización a pesar de que puede ser el eje principal de trabajo de diferenciación", sostuvo el presidente de la cooperativa galponense.
"Gracias a las características de la zona, nos permite obtener material vivo y una producción de miel que ronda los 28 kilogramos de promedio por colmena. Este modo de producción no ocasiona disturbios en el ambiente, favorece el mantenimiento de la biodiversidad y de servicios ecosistémicos", aclaró. La zona es apta para la producción apícola, no hay restricciones climáticas que afecten la cosecha. Si bien el clima presenta marcados baches estacionales en invierno, no influye de forma negativa en la producción y se puede hacer un manejo adecuada a la región chaqueña. El ciclo productivo va desde julio a marzo, con una cosecha durante los meses de noviembre y diciembre y una posible segunda cosecha en marzo. Una preparación otoñal que se realiza durante los meses de marzo y abril, un receso productivo que va desde mayo a julio, y una época de multiplicación que se lleva a cabo durante los meses de septiembre y recambio de reinas a mediados de octubre.