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Estamos en un país donde la credibilidad en las estadísticas ha caído a su piso más bajo y el esfuerzo por reconstruir la fe en los datos oficiales ha sido hasta doloroso para quienes conducen el Indec, al sincerar datos que les resultan totalmente adversos al partido gobernante. Sin embargo, cierta prensa continua en una extraña manipulación de los datos oficiales. Tenemos un ejemplo muy cercano, ya que hace poco los titulares de numerosos diarios informaban que la pérdida de puestos de trabajo en 2018 "resultó en la pérdida de más de 200 mil empleos registrados".
Por ejemplo, el diario Ámbito tituló "En 2018 se perdieron más de 200 mil empleos registrados". Sin embargo, el diario El Tribuno y La Nación informaron correctamente que, según los datos del SIPA, se perdieron 191.300 puestos de trabajo a lo largo del año pasado. Aunque la diferencia en términos porcentuales es mínima (el 1,5% del total de empleos perdidos y 0,1% la diferencia entre la información de los distintos diarios) llama la atención el distinto modo de tratar la noticia. Probablemente sea más vendedor hablar de "más de 200 mil" que dar el dato preciso de 191.300; pero no ayuda al conocimiento de la verdad.
Observatorio
Como contrapartida a esas ambigedades e imprecisiones encontramos una información exacta en el Observatorio del Derecho Social que continuamente emite informes sobre cuestiones laborales. El más importante de ellos es el "Informe sobre conflictividad laboral, negociación colectiva y mercado de trabajo" que se publica en forma trimestral. No solo la información es objetiva sino también la forma en que la misma es comunicada. Lo notable es que este centro de investigación funciona en la órbita de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA autónoma), donde se agrupan gran parte de los sindicatos más combativos de nuestro país y no oculta su fuerte ideologización.
En estos días se dio a conocer el último informe que se refiere al cuarto trimestre de 2018. Entre los datos significativos que contiene se destacan una fuerte caída del salario real, que a lo largo del trimestre fue en promedio del 12% en comparación con el último trimestre de 2017, la continuidad del proceso de destrucción de empleo en el sector privado, y la profundización de una fase de deterioro del empleo en la industria manufacturera, que ya lleva tres años ininterrumpidos. El informe también describe las características de la negociación colectiva a lo largo del año y sus resultados en materia salarial. A su vez, también se presentan datos sobre la evolución de la conflictividad laboral que muestran en términos generales una caída de la cantidad de conflictos, pero al mismo tiempo un crecimiento de los conflictos llevados adelante por el sector informal. En síntesis, se observa:
Conflictividad laboral. La cantidad de conflictos laborales cayó un 13,5%. Este comportamiento se explica por un retroceso del 40% interanual de los conflictos en el sector público, que fue parcialmente compensado por los conflictos con participación de trabajadores de varios sectores, que se duplicaron en la comparación anual. En el sector privado la dinámica de los conflictos sigue estando vinculada a situaciones de crisis económica: casi el 60% de los conflictos se originaron en despidos, suspensiones o reclamos por deudas salariales. Por su parte, en el sector público se incrementaron los conflictos por demandas salariales.
Negociación colectiva. La cantidad de convenios y acuerdos colectivos homologados se ha mantenido relativamente estable durante el año 2018 en comparación con un año atrás. De esta manera se ha convalidado el fuerte retroceso con relación a los años previos. En comparación con 2016 la caída de las homologaciones se encuentra en torno del 40%.
Mercado de trabajo. El salario real de los trabajadores registrados del sector privado experimentó una caída interanual del 12,3%, mientras que en el sector público el retroceso fue del 13%. En el mes de diciembre (últimos datos oficiales disponibles) el empleo registrado en el sector privado profundizó la caída iniciada en abril de este año. En comparación con un año atrás la cantidad de trabajadores cayó un 2,1% (130.801 trabajadores menos) y no existen señales que permitan una reversión de este proceso en el corto plazo.
En el caso de la industria manufacturera la caída del empleo ya acumula tres años ininterrumpidos y desde septiembre de 2015 se perdieron 125.619 puestos de trabajo (un 10%). Adicionalmente, ningún otro sector de la actividad económica muestra un mínimo dinamismo tendiente a compensar la caída del empleo en la industria.
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