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Sebastián Soler forma parte de una nueva generación de arquitectos que tienen incorporado los ejes de una arquitectura sustentable basados en una eficiencia energética de las construcciones y la descentralización de las ciudades.
Este arquitecto salteño con más de 10 años de trayectoria forma parte de una de las empresas familiares más prestigiosas y antiguas de la provincia como es Cerámica del Norte (dentro de ese grupo empresario trabaja en la parte de Soler-Desarrollos Inmobiliarios) y además tiene su propio estudio de arquitectura.
Este joven profesional se sumó con su opinión al ciclo “Hablemos de lo que viene - Desarrollos urbanos”, que propuso esta semana El Tribuno para conocer cuáles serán las tendencias que marcarán el futuro de la provincia.
Desde 1979, la empresa cuenta con su propio departamento de obras civiles, donde se han ejecutado una gran cantidad de proyectos.
En diálogo con este medio, Sebastián Soler destacó tres puntos: que las construcciones deben ser eficientes energéticamente, que se deben descentralizar las ciudades y que la provincia debe avanzar en el etiquetado de viviendas que sirva para clasificar y catalogar un inmueble.
Descentralizar
“Por el crecimiento exponencial que se dio en las ciudades, que se vieron avasalladas, tuvieron que salir a descentralizar funciones, esto se dio en todas las grandes ciudades de latinoamérica. El crecimiento urbano, en cierto sentido, se dio desordenado y hubo la necesidad de incorporar una estructura urbana que le de cierto orden”, expresó.
El arquitecto afirmó que a raíz de esta compleja situación que se planteó, en las ciudades empezó a surgir lo que se llama el “ordenamiento territorial”. A partir de allí se analizó la situación actual y se planteó un horizonte o un modelo deseado, donde el objetivo por el que se trabaja es a largo plazo y luego se decide cómo tiene que crecer la ciudad.
“Si nos ponemos en la ciudad de Salta, enmarcada por cerros, no tiene muchas posibilidades de expansión si no es en altura o hacia la zona sur. En base a eso, empiezan a darse todos estos nuevos emprendimientos y loteos en la periferia, con la suma de funciones y actividades para atender la demanda de esa población que se va ubicando en los costado de la ciudad”, explicó el profesional.
Pandemia
Sebastián Soler contó como la empresa de desarrollos inmobiliarios volvió a construir y atender la demanda de sus clientes que en un contexto de pandemia , donde se vio muy complicada como pasó en todos los sectores de la sociedad.
En 2017 se inauguró la primer oficina de Soler Desarrollos Inmobiliarios. Allí brindan una atención personalizada acorde a cada necesidad.
“Cuando empezaron los aislamientos y la cuarentena estricta, se dejó de producir, pasó acá en la empresa y en otras industrias. Se frena la producción, la actividad en general y ahora pasa que en la poscuarentena hay una explosión de la construcción donde todo el mundo, en virtud del tipo de cambio y cierta incertidumbre sobre lo que va a pasar con la moneda, sale a congelar mucho la compra de materiales o a construir para resguardarse en lo que es ladrillo o en metros cuadrados”, afirmó.
Esa sobredemanda de un día para otro, sumado a una retracción en la actividad, llegó a un punto en el que varios sectores de las economía se encuentran con cierto desabastecimiento. Es que hay una fuerte demanda de gente que está en la calle buscando poder construir y tener su vivienda.
Cerámica del Norte Es una de las empresas más antiguas de capitales salteños, y desde 1936 mantiene un compromiso inalterable con la sociedad.
“Nos encontramos en un momento de la construcción en dólar billete más baja de los últimos ocho años. Entonces la gente que tiene ahorros salió a invertir en construcción, ya que vio la oportunidad. Hoy hay una explosión en lo que es la inversión en viviendas sobre todo. El panorama es muy bueno de lo que se viene para adelante. Hay una serie de créditos y un programa de Nación que van a acompañar a la construcción que todos sabemos que es un motor fundamental en la economía”, destacó.
Para el arquitecto local, el panorama y las expectativas son muy buenas para el sector de la construcción. Es por eso que desde la empresa apuestan y creen, no solo en el producto que comercializan sino en la construcción en sí, donde la empresa trabaja hace muchísimos años, siempre mirando a futuro y con mucha esperanza.
Casas eficientes en materia energética, el desafío
Sebastián Soler destacó el avance que tuvo el sistema de construcción tradicional en lograr que las viviendas sean cada vez más aptas para lograr una eficiencia energética.
“Desde la empresa, en los últimos años, venimos trabajando en lo que es la innovación. Hoy tenemos un cambio de paradigma en lo que es la construcción. La construcción tradicional tiene una evolución muy buena, si partimos de la base de que el ladrillo se utiliza desde la época de los romanos, podemos decir que es un material que perdura en el tiempo. Eso da una determinada solidez y garantía a la hora de construir”, remarcó el empresario.
El profesional defiende este sistema de construcción porque resalta que está probado que tiene “cualidades y atributos muy nobles”. Comentó que en la actualidad en el sector se encuentran un montón de nuevas técnicas e insumos que se le agregan a la construcción tradicional para hacerla más eficiente.
Hay revoques térmicos, nuevos pegamentos para mampuestos, entre otros productos que pueden lograr mejoras en una construcción y de esa manera brindarle una mayor eficiencia energética y “ese es el cambio de paradigma”, dijo.
“Se blanqueó en los últimos años lo que realmente cuestan los servicios. Entonces, ante ese esquema en el que no se puede derrochar, hoy en día en el gasto de gas y electricidad tenemos que tomar conciencia sobre su uso, ya que es un recurso que se agota. Entonces, en virtud del buen aprovechamiento de ese recurso, le sumamos la eficiencia energética en la construcción para lograr un punto de inflexión en el cual la construcción tradicional pueda seguir liderando el mercado”, expresó.
Para Sebastián Soler, la vivienda particular “es el eje” de esa parte de la economía y es ahí donde como empresa entienden que tienen que apoyarse en esa eficiencia energética en la construcción tradicional para poder ofrecerle al cliente un determinado producto que pueda responder también a sus necesidades.
Etiquetado
“Hay una novedad que nosotros la estamos apoyando porque es una tendencia a nivel internacional y es el etiquetado de viviendas. Es una etiqueta que llevan las casas, similar a la de los electrodomésticos, con el grado de eficiencia energética que tiene esa vivienda”, comentó durante la charla el arquitecto.
A lo que apunta esta medida es que el usuario sea consciente de lo que está consumiendo, ya que la energía tiene un proceso, una producción, una transformación y una distribución para que llegue hasta nuestra casa y no es un recurso renovable.
“Entonces, nosotros tenemos que cuidar el recurso a nivel primario y para eso ¿qué es lo que pretende el etiquetado? Mostrar una realidad de eficiencia energética de nuestra vivienda particular, para que en el caso de que no estemos en un esquema de ahorro podamos llegar a eso y siempre apuntando a llegar a una etiqueta A o B que son las más calificadas. Hoy la vivienda representa el 30% del consumo de energía a nivel país”, remarcó.
Además, expresó que el etiquetado le da un valor agregado a la vivienda. Eso puede ayudarla a elevar el valor en el mercado, ya que se piensa que cuando una persona obtiene la escritura de un inmueble, este venga con la etiqueta y entonces eso va a influir en el valor de la propiedad.
Además, ven a la vivienda no solo como una necesidad básica que eso se debe atender sino que también como una inversión a largo plazo.